El 2018 lo comenzamos en un ambiente electoral en tanto la campaña para elegir a los 84 diputados de la Asamblea Legislativa comenzó el 3 de enero y la correspondiente a los 262 concejos municipales comienza el 3 de febrero. Las elecciones serán el 4 de marzo y el Tribunal Supremo Electoral ha establecido un período que vence el 21 de marzo para la publicación oficial de los resultados finales y la entrega de credenciales a los funcionarios electos a más tardar el 5 de abril, para que tomen posesión de sus cargos el uno de mayo del 2018.
Estas serán las novenas elecciones realizadas después de la firma de los Acuerdos de Paz y las primeras en las que por Sentencia de la Sala de lo Constitucional; los miembros de las Juntas Electorales Departamentales, Municipales y Juntas Receptoras de Votos estarán integradas por ciudadanos sin afiliación partidaria, lo cual en si representa un desafío, para el cumplimiento de las tareas que demanda la compleja administración in situ del proceso de votación, registro y conteo de los resultados, que se espera sean favorables al proceso de cambio y desmontaje del modelo neoliberal y mercantilista defendido por la derecha oligárquica representada por ARENA.
Cerradas las elecciones del 4 de marzo e instalada la nueva Asamblea Legislativa, se espera, sin los tropiezos impuestos hace tres años por la Sala de lo Constitucional, comience la dinámica de las elecciones de segundo grado para elegir a 5 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, dinámica que se espera no tenga sorpresas de continuismo de los 4 abogados de la Sala de lo Constitucional. En alguna medida esta elección se mezclará con la campaña presidencial adelantada y con la elección del nuevo Fiscal que debe tomar posesión en enero del 2019.
En cuanto al presupuesto nacional, si no se aprueba el correspondiente al 2018, el Estado comenzará a funcionar con el presupuesto del 2017, lo cual generará protestas en el sector público por la no aplicación de los escalafones considerados en el presupuesto del 2018, ARENA, a pesar de ser responsable de esta violación al derecho laboral, tratará de sacar raja política electoral culpando al partido de gobierno, por lo que advertimos a la dirigencia sindical a no caer en esta trampa electorera.
Al dar la bienvenida al año 2018, el mejor abrazo de feliz año que podemos ofrecerle al pueblo es llamarlo a cerrar filas para defender las conquistas sociales logradas pues la lucha continúa.