A partir de esta semana, Liberia tiene un nuevo presidente. El exfutbolista George Weah ha prestado juramento oficialmente como nuevo mandatario, en lo que constituye el primer traspaso de poderes entre dos presidentes electos en este país desde 1944.
Weah, de 51 años, juró vestido de blanco ante el presidente de la Corte suprema, Francis Korkpor, en el mayor estadio de la capital, el Samuel Kanyon Doe, completamente abarrotado de público.
En su primera alocución presidencial, el exdelantero prometió empleo y educación en el país africano, e hizo además un llamado a la unidad nacional.
Unidos, estamos seguros de lograr el éxito como nación. Divididos, estamos seguros de fracasar, expresó en alusión a la guerra civil que entre 1997 y 2003 dejó unos 250 mil muertos en la nación.
Weah sucede a Ellen Johnson Sirleaf, de 79 años, quien en 2005 se convirtió en la primera mujer elegida jefa de Estado en África, y deja el poder tras dos mandatos consecutivos de seis años cada uno.
En sus 12 años al frente del país, Sirleaf, quien derrotó a Weah durante su primera candidatura a la presidencia, logró mantener la paz tras las guerras civiles.
No obstante, no pudo evitar que la pobreza extrema se haya extendido en el país, situado entre los peores Estados del mundo en cuanto a salud, educación y desarrollo, y esa será la principal tarea de su sucesor.
Es un momento histórico para este país. Es el amanecer de una Liberia nueva y mejor, de igualdad, libertad, dignidad y respeto mutuo. No los defraudaré, prometió el exatacante en su discurso de investidura.
Al respecto, explicó que pretende impulsar la transformación de la economía e intentar responder a las expectativas de los jóvenes que lo llevaron al poder, para lo que necesita acabar con la corrupción.
Debemos asegurarnos de que los recursos nacionales no acaben en los bolsillos de los funcionarios del Estado. Es hora de poner el interés de la gente por delante del nuestro propio. A quienes se nieguen a dejar de enriquecerse, la ley se encargará de ellos, declaró.
Junto a él fue investida vicepresidenta Jewel Howard-Taylor, exmujer del expresidente Charles Taylor, quien cumple 50 años de condena en una prisión británica por su papel durante la guerra civil de Sierra Leona.
Entre los invitados destacaron jefes de Estado como los de Nigeria, Senegal, Ghana y Sierra Leona, además de algunos de los mejores futbolistas de la historia de África como el marfileño Didier Drogba o el camerunés Samuel Eto’o.
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(Con información de Prensa Latina)