A partir del 2 de abril, el Estado norteamericano de California pondrá en vigor la ley aprobada esta semana, en la que se autoriza la circulación de vehículos autónomos en esa localidad.
Con esa declaración, las autoridades eliminaron la exigencia de que siempre debe haber un conductor al volante por si ocurre una emergencia.
La nueva medida fue una respuesta a las presiones de varias empresas tecnológicas del circuito conocido como Silicon Valley, entre ellas Google o Waymo.
Según reportes de prensa, 50 entidades de todo el mundo tienen permiso en California para realizar pruebas con coches autónomos y a partir de abril se podrán solicitar autorizos para vehículos sin conductor.
Qué es y cómo funciona un vehículo autónomo
Son coches que se mueven sin necesidad de conductor. Una idea que hasta hace no mucho parecía de ciencia ficción y cada vez está más cerca de convertirse en realidad.
Por definición, un vehículo autónomo es un automóvil capaz de imitar las capacidades humanas de manejo y control, percibiendo el medio que le rodea y desplazándose en consecuencia. Es decir, un coche en el que el ‘conductor’ (que ya no es tal) solo tiene que introducir la dirección de destino y despreocuparse de todo lo demás.
El coche Google está programado actualmente para alcanzar una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora; acumula más de un millón de millas (1’61 millones de kilómetros) de experiencia de conducción autónoma; y aunque ya lleva varias experiencias piloto, faltan muchos detalles por aclarar.
Los primeros prototipos iniciales carecían de volante y pedales de freno y acelerador, pero han tenido que ser incluidos por razones de seguridad que exige el gobierno de California. Parece lógico, ya que si bien se produjeron durante la etapa de desarrollo, hay que decir que los coches de Google se han visto involucrados en 11 accidentes menores en los que el coche no fue responsable. Esto podrá ser evitado en un futuro, cuando la mayoría de la flota de coches posea un sistema de comunicación general.
Sobre el papel, una de las promesas que nos deja una futura ciudad con el coche autónomo como protagonista es precisamente que no habrá incidentes entre coches, ya que la comunicación entre ellos será total.
(Con información de Prensa Latina y AutoBild.com)