Semillas de esperanza para la vida

Godofredo Echeverría


La vida de la población que habita un territorio ha sido determinada por la obtención de medios de vida, es decir, de alimentación; es por ello que de la esencial relación entre el ser humano y la tierra se estableció el vínculo que ha permitido la vida humana sobre la superficie del planeta Tierra.

La agricultura fue el proceso que permitió la producción de alimentos, ya no solo la recolección o la pesca y con ello se estableció una población alrededor del cultivo y de las fuentes de agua. Esta relación entre: tierra, agua, cultivo y ser humano constituye—hasta la actualidad—la esencia de la vida. A pesar de que los procesos de urbanización y de industrialización promovidos con el propósito de incrementar la obtención de ganancias materiales ha modificado el mapa de las poblaciones, la relación de los cuatro elementos mencionados continúa garantizando la vida, la sobrevivencia de la especie humana.

A partir de los años 90s, con la llegada del partido Arena, se inició un proceso de destrucción de la capacidad productiva en el área rural, afectando, sobre todo, a las poblaciones rurales, las que poco a poco fueron engrosando las largas filas del éxodo salvadoreño, el mayor negocio de los grandes empresarios: comerciantes, empresas bancarias, empresas telefónicas y otras.

Los grandes comerciantes favorecidos por las legislaciones del partido mencionado aprovecharon la quiebra productiva del agro y la ganadería para importar productos subsidiados y venderlos a precios mucho más altos a la población, que ya no tenía donde obtener a precios bajos sus productos alimenticios o alimentarios. Las empresas financieras aprovecharon la necesidad de los emigrantes de enviar apoyo material a sus familias y cobraban altos precios por los servicios de envío de remesas, las empresas telefónicas crecieron al ritmo de las necesidades de comunicación de un país partido y con una mitad exiliada y, finalmente, los propietarios de empresas de consumo, como almacenes, centros comerciales, servicios de alimentos, se enriquecieron a costa del abandono del campo y de la emigración.

Con la baja de la producción nacional en varios rubros alimentarios, como maíz, frijol, hortalizas, frutas, miel de abeja, se beneficiaron los comerciantes que importaban todo: era mejor comprar fuera del país, que producir. Así lo dijo uno de los presidentes areneros, que era mejor tener dinero para importar lo que quisiéramos. Lo que no decía es que eso encarecía las condiciones de vida de la población salvadoreña.

Con la llegada del FMLN se inicia un proceso de recuperación de la capacidad productiva agropecuaria y se impulsa la entrega del paquete agrícola, el que ya existía, pero había sido utilizado como mecanismo para promover la adhesión al partido Arena y se dejaba en manos de los alcaldes de ese partido.

En la actualidad el Paquete agrícola es un programa de gobierno administrado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, que cuenta con la asistencia técnica para la producción de las semillas de maíz y frijol. La semilla básica se produce en el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria (CENTA) y se pone a disposición de los productores, en buena medida, cooperativas de la Reforma Agraria, empresas y productores individuales que venden al MAG su producto para ser entregado a las y los productores.

El paquete agrícola consiste en paquetes de semillas de 11 y 22 libras de semilla de maíz que se entregan mediante un padrón que registra a las y los beneficiarios que cultivan entre media y una manzana de tierra, además se entrega un saco de fertilizante. El Paquete tiene el propósito de garantizar la seguridad alimentaria de la población salvadoreña, es decir, garantizar el alimento para buena parte de la población con 430,000 paquetes, lo que significa que con el Paquete se cultivan alrededor de 400 mil manzanas de tierra. El producto del cultivo del paquete agrícola ha significado la reactivación de la producción agrícola, pues en los tres años del actual gobierno se han producido 26 millones, 269, 467 quintales de maíz, frijol, sorgo y arroz.
Esta producción también ha tenido el efecto de garantizar la estabilidad de los precios, pues debido a esta gran producción no ha prosperado la especulación que intentaron los acaparadores durante 2015.

Los paquetes agrícolas significan, pues, alimento y esperanza de que la vida se puede vivir dignamente, produciendo y compartiendo los bienes que producen las y los humildes campesinos, productores agrícolas para toda la sociedad salvadoreña.

Si te gustó, compártelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial