Por la manera en que se presentan algunos intereses laborales dentro de una lógica neoliberal, las cosas no se ven bien, y hay en la mesa varios puntos que son de mucho impacto para un desarrollo laboral de mayores beneficios a diferentes sectores laborales.
Hay intentos aparentemente con una dimensión socio laboral importante—es el caso de cambios en materia de protección social dando una medida hacia mejoramientos en la cobertura de los servicios de salud a un grupo laboral que ha estado fuera del sistema. El punto acá es que no tiene universalidad, y se imponen requisitos de cotización elevados como personas trabajadoras ($40.00) y con el grupo familiar ($56.00), para el sector de personas trabajadoras independientes, y se ven favorecidos determinados grupos laborales sin recoger la medida las diferentes realidades dentro de este sector de la economía desestructurada.
E igual que en los sectores dentro del trabajo del hogar—reformado en 2010—no ha implicado un aumento de la cobertura social. Eso estaría implicando que la lógica neoliberal sigue privando en los intentos de mejoramientos para un desarrollo laboral, en este caso de la sanidad—servicios médicos hospitalarios, medicamentos, maternidad y riesgos profesionales, para una población laboral que se ve desprotegida históricamente, y que no se notan diferencias de hacer ver que aquella lógica sigue privando en detrimento del principio de universalidad que consigna la OIT debe buscarse por parte del Estado.
En la lógica del ISSS, hay disputas donde los intereses y aportes del Estado han ido desapareciendo incumpliéndose principios constitucionales, y no hay el mismo trato en los intereses vinculados con la previsión social, por cuanto para la salud hay un techo fijo para cotizar salarios hasta un monto de mil dólares a diferencia del negocio de las afp donde el techo salarial es de 6500 usd. Es por ello necesario romper con la lógica neoliberal y buscar la cobertura universal, incorporando el aporte sustancial del Estado y abrir la cotización sin un techo, y concretar la protección social para todos, y no para determinados grupos laborales con determinados ingresos.
No hay desarrollo laboral bajo un marco de escasos espacios democrático revolucionarios, en tanto continúa viéndose la universalidad en la protección social, a partir de los ingresos “suficientes” del Estado y en consecuencia un rol diferente a la concepción neoliberal. La derecha acusa que el actual gobierno ha tenido mayores niveles de tributación, pero esto no se concreta en ampliación en la cobertura social universal, lo que nos lleva a concretar un problema de finanzas públicas, que requiere como solución una reforma fiscal progresiva, que está en sujeción al poder y correlación que la derecha mantiene como lógica neoliberal, que se percibe difícil de impulsar para una izquierda partidaria, y menos ahora cuando la correlación legislativa no da para mucho.
Debe quedarnos claro que la creación del programa de cotización voluntaria al ISSS para las personas que trabajan por cuenta propia, en las actividades de un trabajo sin protección social, tendrán limitado acceso a la seguridad social. Mientras esas decisiones se vean como algo mínimo que hace avanzar el desarrollo humano— no vamos a lograr una protección social completa—por cuanto lo que se pretende bajo una lógica diferente es que los servicios públicos tengan una cobertura universal, y no sólo alguna opción para determinados sectores con mejores ingresos, como podrían ser los servicios profesionales—abogados, médicos, consultores, etc
El trabajo sobre el sistema de pensiones, no tiene correlación legislativa y hay que construir unidad en la acción y luego un programa claro de trabajo hacia la estatización, esa es una apuesta reivindicativa de sumo importante. En consecuencia es necesario ligar la acción sindical a esta meta, y hacer lo necesario para enfrentar el poder económico que priva en detrimento del derecho humano a una pensión. No obstante pareciera un tema que no tiene el peso político, y el capital corporativo ha ganado la mente de las jóvenes personas trabajadoras que no logran comprender esta lucha social.
El salario mínimo como accionar reivindicativo, por un nuevo aumento, sin embargo los procesos políticos giran en contra y hay que construir una correlación sindical, todo por cuanto es un desarrollo laboral importante que rompería con la lógica neoliberal.
*Sindicalista salvadoreño
