El Presidente Salvador Sánchez Cerén agradeció hoy al Papa Francisco por sus buenos oficios en el proceso de canonización del beato Óscar Arnulfo Romero, hecho histórico que inunda de alegría a toda la nación salvadoreña.
“El Salvador está lleno ahora de una enorme alegría porque hemos conocido la fecha y lugar de canonización”, expresó el jefe de Estado.
Tras conocerse la noticia del lugar y fecha de canonización, el Presidente dijo en un comunicado que Monseñor Romero “cumplió de manera ejemplar su compromiso con los más humildes y desprotegidos, y se convirtió en el defensor de sus derechos, sin importar el inminente riesgo y sufrimiento de martirio que esta decisión traería para su vida”.
Añadió que en su apostolado hizo “una obra de defensa y protección” de las personas más humildes de El Salvador, y es una “gran bendición de Dios”, que el país tenga a su primer Santo.
El Presidente llamó a la nación a unirse, guiados por el legado del beato Romero, para afrontar los desafíos actuales y futuros de la nación.
Nos unimos a la felicidad de la Iglesia Católica, las demás iglesias y las personas que en la figura de Monseñor Romero encontraron un ideal por contribuir a la justicia, expresó el mandatario salvadoreño.