Así comenzó su quinto y último año de gobierno, con grandes desafíos por delante, pero innegables logros atrás, como la reducción de la pobreza y una inversión social que puso el presupuesto al servicio de la nación.
‘De 2009 a 2017, con nuestras políticas de gobierno logramos reducir la pobreza en cerca de 10 puntos porcentuales y la extrema pobreza en más de 6 puntos’, señaló el mandatario.
Destacó el fortalecimiento de la educación, la reforma de salud y la seguridad social, el aumento del salario mínimo en el sector privado y la entrega de 70 mil escrituras de propiedad a familias humildes.
El programa de vivienda de interés social facilitó soluciones habitacionales a casi medio millón de salvadoreños, mediante créditos para construcción y acceso a una casa digna.
La cobertura de energía eléctrica alcanzó el 96 por ciento del territorio, y el agua potable llegó al 88 por ciento de la ciudadanía, que también tuvo garantizado su derecho a la salud gratuita.
Los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) duplicaron los establecimientos de salud, de 421 a 818, con una inversión en infraestructura y equipamiento de la red de servicios.
Según una encuesta de hogares, la pobreza pasó de 32,7 por ciento en 2016 a 29,2 por ciento en 2017, o sea, casi 276 mil personas salieron de la pobreza en esta nación centroamericana.
Todos estos logros fueron posibles pese al bloqueo parlamentario del derechista partido Arena, que aún sabotea la inversión social, porque considera que invertir en el pueblo es un despilfarro. (PL)