El Amigo.
Queridos amigos: después del Mundial Rusia 2018, de balompié que ganó Francia como todos saben, Selección que fue más bien bi-continental Francesa-Africana demoledora, como postre a tan agradables momentos les proporciono esta semana en Ajedrez –juego de los Dioses– un regalo. Un presente que necesita suma imaginación. Llamado: UN CUENTO DE HADAS por el Gran Maestro Garry Kásparov, entre 1985-2000 campeón mundial.
Nacido el 13 abril 1963 en Bakú, Azerbaiyán, es el más joven –22 años– que ha ostentado dicho título en el mundo actual. Por estímulo de sus padres aprendió ajedrez a los 5 años llevándolo acto seguido a clases y prácticas en el Club de la ciudad.
Desarrolló así una carrera brillante que incluye no solo la posesión de títulos y distinciones si no enseñanza del ajedrez, amplia literatura y participación en actividades diversas. De hecho, además del enorme historial en el ajedrez, ha tenido numerosas obras como escritor, periodista, crítico y también político a lo que se ha dedicado en los últimos años.
En el juego ciencia se constituyó en abanderado del Ajedrez Moderno al sostener encuentros con las más precisas computadoras. Entre ellas las del tipo IBM Deep Blue y Deep Junior 2003. Esto es el hombre contra la máquina. Tómese en cuenta que estos instrumentos son capaces de calcular hasta 200 millones de jugadas por segundo.
Podría pensarse que el ser humano no es capaz de vencerlas, un solo error basta y arrasan. Sin embargo, Garry Kasparov le ganó a éstas, empató y también perdió. En uno de los más importantes encuentros con la Deep Blue, Kasparov alegó que las computadoras recibieron asistencia en el juego por un equipo de técnicos IBM. Lo cual constituiría un truco como si un jugador recibiera información por los famosos “desiderios” del mundo del ajedrez salvadoreño. Esto es, alguien que sopla la respuesta al compañero en un examen de grado, etc. Incorrecto, ilegal.
Siguiendo su trayectoria, en 2014 se presentó a elección para Presidente de la FIDE organismo rector mundial del ajedrez. Su fin era desplazar la vieja guardia para necesaria renovación. Con ese fin hizo campaña en 178 países que integraban la organización visitando entre ellos a El Salvador.
Tuvimos pues la honra de tenerlo entre nosotros. Recibió amplio apoyo en su campaña pero no logró el propósito. Perdió la elección. El Salvador incluso votó con la vieja guardia aunque los ajedrecistas salvadoreños según se sabe, querían a Kasparov.
En su libro: EL CAMPEÓN ENSEÑA AJEDREZ, Selector Actualidad Editorial 1986, México D. F., Kasparov presenta el maravilloso Cuento de Hadas al que he hecho referencia. No debe faltar en nuestro acerbo de conocimiento. Su instructor en el Club de Jóvenes de Baku lo mostró para “convencerlos del carácter paradójico del juego-ciencia.” Dice él mismo. Lo cual es verídico pues el ajedrez es infinito, un reino sin fin. Por tanto, en su práctica deberá recurrirse al don especial dado por Dios al ser humano, la creatividad. No hay una lógica precisa, cada situación tiene su solución. Este problema Cuento de Hadas lo hizo considerar al ajedrez como parte indispensable de su vida. Asegura igualmente Garry Kasparov.
Para no dar largas al asunto lo presento a continuación. Tres pequeños peones negros son capaces de demoler a las blancas. A la Reina y Torre inclusive que contando con su poderosa fuerza, son impotentes de hacer algo.
Los peones se apoyan mutuamente, parte esencial de la estrategia en este juego que es deporte porque está sujeto a competición, ciencia porque necesita cálculo y arte porque es creatividad e imaginación. Los peones por tanto son determinantes especialmente en los finales. Véalo el lector con sus propios ojos, experiméntelo y apreciará.