La Feria de Libro de Bogotá (Filbo) impresiona, miles de personas haciendo fila para ingresar, los pabellones y estand atiborrados de compradores. Fue un fenómeno, ver la semana pasada el maremágnum de gente, familias completas en busca de su libro. Esta imagen despierta la certeza que los libros en texto de papel no desaparecerán en esta era digital. Regocija ver a personas de todas las edades participando en eventos de esta fiesta literaria, jóvenes conociendo a escritores contemporáneos.
El Independiente participó a través de su director, el escritor y periodista Walter Raudales junto a la editorial Ocean Sur. La feria fue un escenario de análisis y debate, autores y expertos ahondaron sobre las causas más profundas de temas como la violencia y la paz. Hubo mucha presencia de libros sobre el conflicto armado y las secuelas de la guerra en Colombia. La literatura, ficción o realidad nos permite acercarnos a la naturaleza humana y nos impulsa a una verdadera convivencia.
Colombia, luego de su complicado proceso de paz está dando buenos mensajes al mundo, este de la feria es la ratificación que para salir de la pobreza y el subdesarrollo hay caminos: la educación es uno de ellos. Si una feria como ésta con esas dimensiones y ese interés por el conocimiento aún existen es buena señal, es el indicativo que la humanidad está interesada en salvarse así misma.
Llamó la atención las buenas noticias encontradas en esta feria respecto a los proceso de reincorporación de los excombatientes exguerrilleros de la FARC. Aunque no ha sido un proceso fácil la implementación de los Acuerdos de Paz, por la ceguera de algunos sectores de la sociedad colombiana y la incapacidad del Estado de promover el cumplimiento fue, como dice un editorial de El Expectador, inspirador ver tres ejemplos de emprendimiento exitosos de guerrilleros durante la Filbo: una cerveza, muñeca de trapo y ropa de montaña fueron los productos más cotizados. La roja es una cerveza artesanal creada por excombatientes de la FARC, las muestras en la Filbo no dieron abasto. También un grupo de exguerrilleras fundó Confecciones La Montaña, que producen elemento de camping, que también fueron la sensación en la feria. De la misma forma otro grupo de mujeres ex guerrilleras fabricaron muñecas de trapo y las vendieron en los primeros días, ya han recibido pedidos de distintas partes del mundo.
Colombia ve con agrado el que de la cenizas de la guerra surjan estas alternativas buscando facilitar la reincorporación de los desmovilizados en oportunidades genuinas. A pesar de los intentos de grupos violentos por torpedear día a día los acuerdos matando líderes sociales al interior del país, gran parte de la sociedad colombiana le sigue apostando a la paz. No queda duda que la exitosa feria de libro en Bogotá se ha convertido en un referente mundial del culto a las buenas letras y el saber. Por ello en algún momento de la historia le llamaron a Bogotá: “la Atenas suramericana”.
