«Las estamos combatiendo frontalmente y con inteligencia, llevamos más de tres mil capturas solo en junio», destacó el mandatario, quien ordenó peinar la Residencial La Gloria, un refugio de pandilleros en el municipio Mejicanos.
Bukele llamó a la población a dejar de pagar la extorsión a la «mara» y advirtió que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil llegaron para quedarse.
«No queremos una guerra, ni muertos; paren de matar, desarticulen esas estructuras podridas, no hay más pandillas, se acabó, ahí solo hay muerte y angustia», aseguró el mandatario a las pandillas.
Reiteró que los integrantes de estructuras criminales en prisión seguirán en condiciones de encierro total, sin salir, hasta que cese la ola de asaltos y ataques perpetrados en los últimos días.
«No podemos permitir que mueran personas afuera para que esté cómodo alguien adentro», aseguró Bukele, quien reconoció que es una decisión difícil pero necesaria.
Además, emplazó a los diputados de la Asamblea Legislativa a aprobar esta semana la reorientación de 15 millones de dólares del presupuesto para reforzar la alimentación de los efectivos movilizados.
«Si no van a votar, no voten, yo consigo el dinero por otro lado; pero se van a definir de una vez, si están del lado de la gente honrada o de los criminales», señaló el mandatario.
Osiris Luna, director general de Centros Penales, anunció una política de «cero plásticos» en las cárceles, pues muchas órdenes salen en las llamadas «wilas», mensajes escritos en bolsas que un mensajero se traga.
El actual gobierno de El Salvador implementó la pasada semana el Plan Control Territorial, dirigido a reducir los índices de criminalidad en una de las naciones más violentas del Hemisferio Occidental.
