En México, la obesidad y el sobrepeso afectan a uno de cada tres niños de entre 6 y 11 años de edad, señala el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), organismo que asegura también que la mala alimentación está perjudicando la salud de la infancia a nivel mundial.
En su informe «El Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición», señala que un número alarmante de niñas, niños y adolescentes a nivel global sufre las consecuencias de la mala alimentación y de un sistema alimentario que ignora sus necesidades.
En la presentación del informe en México, Christian Skoog, Representante de Unicef en el país, resaltó que nuestra obesidad infantil -una de las tasas más altas mundialmente- es resultado de ambientes obesogénicos, e hizo un llamado urgente al Senado de la República para que apruebe las modificaciones la Ley General de Salud, las cuales contemplan la adopción de un nuevo etiquetado frontal.
Otra de las recomendaciones contenidas en el informe global -aunque se cita un estudio a regional dondese incluye a México- es la de necesaria regulación de la publicidad de este tipo de alimentos ultra procesados, altos en calorías y bajos en nutrientes, dirigida a la población infantil, pues este sector está «ampliamente expuesta» a sus anuncios.
El informe global de Unicef, presentado en Londres y de manera simultánea en diversos países del mundo, selala que a pesar de los avances tecnológicos, culturales y sociales de las últimas décadas, se ha perdido de vista un hecho fundamental: si los niños comen mal, viven mal.
«Millones de niños subsisten con una dieta poco saludable porque no tienen otra opción, y la respuesta a la malnutrición debe cambiar: no se trata solamente de alimentar a la infancia, sino también de alimentarla adecuadamente», indica el reporte, el cual revela que al menos uno de cada tres niños y niñas menores de cinco años -unos 200 millones a nivel global- padece ya sea desnutrición o sobrepeso.
Para el caso de México, las especialistas Catalina Gómez y Paula Vélez, ambas de Unicef, y Anabelle Bonvecchio, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señalaron alternadamente que si bien el país ha avanzado de manera importante en el tema de desnutrición, todavía es una tarea inconclusa, pues alrededor de 1.5 millones de niños mexicanos se encuentra en esta situación.
Sin embargo, lamentaron que respecto a la obesidad y sobrepeso, las políticas públicas aplicadas por los gobiernos «no han sido eficientes», por lo que es necesario tomar una serie de medidas integrales, como el impulso al deporte, mejorar la información nutricional, aplicar programas sociales que incluyan este componente, legislar sobre el etiquetado frontal de los productos y regular la publicidad dirigida a los niños, entre otras más, para detener esta «pandemia» de obesidad, decretada por las autoridades mexicanas desde 2016.
El mismo estudio destaca que la mayor carga de la desnutrición en todas sus formas recae sobre los niños y adolescentes de las comunidades mas pobres y marginadas. En México 59 por ciento de los niños tiene una diversidad mínima en su dieta y el 18 por ciento no consume frutas ni verduras.
Otro dato es que en México el 5 por ciento de los niños de cero a cuatro años tiene sobrepeso, y dentro de los niños y adolescentes de 5 a 19 años (2016) el 35 por ciento presenta sobrepeso y obesidad, mientras que el 2 por ciento está delgado o muy delgado.
Los niveles de sobrepeso y obesidad en la Infancia y la adolescencia están aumentando en todo el mundo. Entre 2000 y 2016, la proporción de personas entre 5 y 19 años con sobrepeso se duplicó, pasando de 1 de cada 10 a 1 de cada cinco, señala el informe de Unicef.