La artrosis es una enfermedad que afecta todas las articulaciones ocasionando inflamación y dolor. Asimismo están presentes la rigidez, la deformidad y la pérdida de funcionalidad, sobre todo cuando nos levantamos tras un espacio de tiempo en reposo sentados.
Algunos consejos para aliviar el dolor y que ayudan a prevenir el desgaste de la rodilla. También se recomienda que en caso de artrosis es bueno consultar a un especialista que marque la pauta de tratamiento.
En la cama, un cojín entre las piernas
Cuando ya existe artrosis, dormir bien se convierte en una meta imposible porque las rodillas “se clavan”.
Puedes utilizar una almohada para separarlas o quizás en las farmacias encuentras cojines ortopédicos (o utiliza uno pequeño) que evitan ese rozamiento.
Aplica frío o calor… según la notes
Ambos son convenientes; sin embargo, hay que elegir bien el momento idóneo.
Coloca tu mano sobre la rodilla, ¿está caliente?, ¿la notas enrojecida? En ese caso, pon un poco de hielo envuelto en un paño para reducir la hinchazón interna.
Por el contrario… ¿la notas rígida pero no está caliente? Aplica calor. Hazlo dos veces al día, no más de 20 minutos cada vez.
El músculo cuádriceps femoral tiene un importante cometido sobre la rodilla: permitir (gracias también a los tendones que lo recorren) su extensión y flexión. Cuando está sobrecargado… la rodilla se desestabiliza y falla.
Si el dolor es leve pero insistente, masajea con suavidad ese músculo 20 minutos dos veces por semana.
Mima tus intestinos… y sus bacterias
Durante mucho tiempo se ha pensado que las personas con sobrepeso sufren artrosis de forma temprana por el impacto de los kilos. Ahora se conoce otra razón:
Tienen más bacterias dañinas en sus intestinos, lo que provoca inflamación articular y desgaste. De ahí la importancia de incluir probióticos (yogur y otros fermentados lácticos) y prebióticos (ver columna de la derecha) en la dieta diaria.
Apúntate a sesiones de Taichí
Está demostrado que esta práctica milenaria basada en movimientos lentos y suaves relaja las articulaciones y consigue que ganen flexibilidad. Muchos especialistas también la recomiendan por lo siguiente:
Durante la sesión liberas endorfinas, un tipo de hormonas que proporcionan sensación de bienestar y que, paralelamente, sienta muy bien a toda la musculatura (en el caso de que esté comprimida, contracturada, el riego sanguíneo a la articulación mejorará gracias a ella).