Un estudio de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica evidencia el peligro para más 500 mil habitantes que residen en los límites entre El Salvador y Guatemala debido a la mina transfronteriza Cerro Blanco.
La investigación realizada por la bióloga y ambientalista Cidia Cortés, indica que existe una reducción en el caudal del río Ostua y el lago de Guija a consecuencia de la extracción de agua termal que bombea la mina. La mina también afecta las aguas del río Guajoyo ubicado en Santa Ana y la fuente de agua conocida como Pita Floja. Ambas fuentes se nutren del lago de Guija, cabeza principal del río Lempa.
La mina Cerro Blanco ubicada entre Metapán, El Salvador y Asunción Mita, Guatemala, extrae un promedio de 68 barriles de agua por día y a partir de diciembre aumentará a 4 mil galones de agua geotermal por minuto, durante los próximos 10 años.
Según la bióloga e investigadora Cidia Cortés, 500 mil habitantes que viven en la zona fronteriza corren riesgo por los impactos de la mina, la mayoría mujeres rurales que se abastecen de esas aguas.
“Hemos encontrado una evidencia que es ya muy palpable, es una fuente conocida como Pita Floja, es un complejo de fuentes pequeñas y superficiales que son utilizadas por mas de 20 comunidades, de las cuales pueden llegar a 5 mil usuarios… La fuente ya está en franca disminución, ya no alcanza para el abastecimiento familiar de esas comunidades”, enfatizó Cortés.
Datos proporcionados por el hospital de Metapán revelan que en los últimos años la principal causa de muerte de los habitantes de la zona ha sido la insuficiencia renal, diabetes, enfermedades respiratorias y otras asociadas al arsénico en el agua.
Estos daños persisten pese a que en El salvador cuenta con una Ley de Prohibición de Minería Metálica. Ante los daños a los ríos salvadoreños debido a minas en países vecinos, el esfuerzo debe ir encaminado al abordaje del problema de manera regional, señala Saúl Baños, director ejecutivo de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD).
Según Baños, “en el país no hay una práctica de extracción minera, pero sí lo hay en Guatemala, sí lo hay en Honduras y en El Salvador por ser agua dependiente nos afecta. Lo que estamos haciendo es tratar de hacer un trabajo regional para que también en Guatemala, Honduras y Nicaragua se pueda regular la minería”. Añadió que desde la concepción de minería transfronteriza se puede regular también en la región.
La mina Cerro Blanco de la empresa de origen canadiense Bluestone Resources continuará dañando los ríos y la vida de los salvadoreños si no se toman medidas efectivas, opinan las organizaciones sociales y ambientalistas.
De ahí que solicitan al Gobierno de El Salvador, mediante Cancillería, que exija a Guatemala un informe del estado y funcionamiento de la mina Cerro Blanco para conocer los riesgos para las aguas de El Salvador. Piden además tomar medidas para reducir el impacto en las aguas del transfronterizas.