Entre elixir de belleza y un alimento que puede propiciar el crecimiento del cáncer, así de versatiles son las papas. Este tubérculo originario de América Latina puede ser un excelente aliado de tu rutina diaria si se conserva de manera adecuada.
De acuerdo con la nutricionista rusa Margarita Koroleva, el grado de beneficio de una patata está determinado por su frescura. Este alimento, básico en la dieta de la mayoría de los rusos, contiene fósforo, potasio, magnesio, vitaminas y fibra vegetal necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Koroleva señaló que las papas crudas se usan en la medicina popular para regenerar heridas y para rejuvenecer el cuerpo, porque «contiene antioxidantes, lo que ayuda a mantener la belleza y la hidratación de la piel».
Sin embargo y de acuerdo con Koroleva, es crucial mantener las papas refrigeradas y no dejarlas almacenadas por largos periodos de tiempo, ya que se pueden acumular en ellas sustancias tóxicas para el cuerpo humano.
«Es importante dónde creció la papa, en qué suelo, con qué fue fertilizado y regado, qué se usó para el cultivo. Puede contener nitratos. Por sí mismos no son dañinos, pero cuando se almacenan en la papa y en el cuerpo humano, pueden convertirse en nitritos y nitrosaminas que tienen un efecto cancerígeno», explicó la nutricionista.
