El futuro de las comunicaciones pasa necesariamente por la implementación del 5G, y ahora las pautas de asesoramiento para la exposición a campos electromagnéticos han sido actualizadas por primera vez en más de 20 años. Con los nuevos estándares, los expertos esperan disipar temores infundados sobre la influencia del 5G en la salud.
La Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante —ICNIRP, por sus siglas en inglés—, un organismo científico que evalúa los riesgos para la salud de las diferentes emisiones radiofónicas, ha llevado a cabo el trabajo para actualizar los parámetros que evalúan la seguridad de estas emisiones.
“Hemos desarrollado las pautas tras una revisión exhaustiva de toda la literatura científica relevante (…). Estas [pautas] ofrecen protección ante todo efecto adverso para la salud fundamentado científicamente debido a la exposición [a un campo electromagnético] en el rango entre los 100 kHz y los 300 GHz”, informó el director de lA ICNIRP, el doctor Eric van Rongen.
Gracias a la prueba actualizada, queda confirmado que la radiación que ya producen las estructuras de las comunicaciones de quinta generación en EEUU, y producirán en Europa en el futuro, no intercederán de manera negativa en la salud humana. Y es que el 5G requiere frecuencias de ondas milimétricas para funcionar, y se ha especulado que estas pueden ser perjudiciales para la salud.
Tal actualización venía siendo necesaria dese hace tiempo, ya que el conjunto de pautas para la exposición a campos electromagnéticos publicado por la ICNIRP por primera vez en 1998 no anticipó las ondas milimétricas del 5G ni otras conexiones de emisión superiores a la banda de 6 GHz.
Así, si el antiguo sistema medía la energía a la que los materiales examinados estaban expuestos, los nuevos estándares detectan la energía que los materiales examinados absorben.
La conclusión práctica de todo esto es que tanto los límites de 1998 como los recientemente establecidos difícilmente podrán ser rebasados por el funcionamiento normal de una red de telefonía móvil. En este sentido, citado por The Guardian, van Rongen dice esperar que “las nuevas pautas ayuden a la gente a tranquilizarse” en este sentido.
El hecho es que los comentados temores de que las nuevas conexiones crearán problemas sanitarios (incluso se ha hablado de la incidencia que esto ha podido tener en la aparición del coronavirus), no están fundamentados más que en rumores.
5G son las siglas utilizadas para referirse a la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil, sucesora de la actual 4G. Su implementación va a traer consigo grandes transformaciones en nuestra vida diaria al permitir la interconexión de todos nuestros dispositivos, así como su funcionamiento autónomo.