Grandes fortunas han realizado en marzo compras de acciones de compañías españolas cotizadas en bolsa por un importe estimado que ya supera los 350 millones de euros, en plena convulsión en los mercados por la crisis del coronavirus y con la economía global sometida a un shock sin precedentes ante esta emergencia sanitaria.
La última operación relevante, conocida el lunes, ha sido la irrupción en el capital de la inmobiliaria Merlin Properties del fundador y expropietario del grupo de juego Cirsa, Manuel Lao, que ha adquirido un 5,39% de las acciones de la socimi valorado (en función de los precios del cierre de la cotización de Merlin el lunes) en unos 188 millones. El importe exacto de la inversión se desconoce.
Lao, un empresario que apareció en la lista Falciani y en los Papeles de Panamá, vendió hace dos años la mayor parte de Cirsa al fondo Blackstone por unos 2.500 millones y es una de las 25 mayores fortunas de España. Se ha convertido en segundo accionista de Merlin, uno de los socios de la Operación Chamartín, el macrodesarrollo inmobiliario que aprobó definitivamente este miércoles la Comunidad de Madrid este miércoles. El hólding inversor de Lao, Nortia, ha asegurado que llevaba meses comprando acciones de Merlin, pero no ha sido hasta ahora cuando ha superado la barrera del 3% que le obligaba a notificar la compra.
La operación de Lao se suma a las tomas de grandes paquetes que realizaron en la primera quincena de marzo otros inversores de postín, entre las que destacan dos operaciones protagonizadas por Daniel Bravo, ex accionista de la farmacéutica Almirall. En Acerinox, otra empresa del Ibex, Bravo compró algo más de un 3% valorado en unos 52 millones, y en CAF, un 1,969% adicional por unos 20 millones, según la valoración de entonces.
Otras compras relevantes ya conocidas son las de la familia Ybarra (en Lingotes Especiales y Nicolás Correa, con sendos paquetes valorados en más de cinco millones) y el multimillonario mexicano Carlos Slim, que el 3 de marzo compró un 2,44% adicional de Metrovacesa valorado entonces en unos 31 millones.
Pero ha habido más operaciones. Las notificaciones de compras de acciones remitidas en los últimos días a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por consejeros de las cotizadas reflejan una intensa actividad compradora por parte de algunas grandes fortunas en las empresas en las que son accionistas, en paralelo a los desplomes de las cotizaciones, que se han dado un respiro en los dos últimos días con una subida acumulada superior al 11% en el caso del Ibex, principal indicador bursátil español.
Destaca la familia Riberas, propietarios del grupo automovilístico Gestamp. El 12 de marzo, día en que el Ibex 35 sufrió la peor caída de su historia (se desplomó más de un 14%), invirtieron cerca de 11 millones en 4,6 millones del fabricante de componentes adquiridos a un precio de entre 2,23 y 2,42 euros.
Supone un descuento de hasta el 12,5% respecto a la cotización del grupo industrial, que ha vivido de cerca las consecuencias del coronavirus en China (donde tiene una fuerte presencia) y ahora estudia un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para los 6.000 trabajadores de sus fábricas en España ante el parón de actividad generado por las medidas de aislamiento social decretadas para tratar de dar respuesta a la pandemia.
También el 12 de marzo y la víspera, la sociedad Halekulani SL, del presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas, adquirió medio millón de acciones de Telefónica (de la que Riberas es consejero independiente) por 20,6 millones de euros. La mayor parte de ese paquete (490.000 títulos) se adquirió por 4,13 euros, frente a los 4,45 euros a los que cerró Telefónica este miércoles.
Los March y su hólding
También ha sido muy activa la familia March, séptima fortuna española según el último ranking anual de El Mundo. Entre el 9 y el 23 de marzo han comprado más de 400.000 títulos de su holding de participaciones, la Corporación Financiera Alba, con una inversión de 13,56 millones. La mayor parte, más de 10 millones, corresponde a títulos adquiridos por el presidente, Carlos March Delgado.
Entre las participadas de los March está Ebro Foods. En el grupo alimentario destacan las operaciones realizadas entre el 2 y el 10 de marzo por la familia Hernández Callejas, con compras de títulos por importe de cerca de 1,8 millones realizadas por el presidente ejecutivo de Ebro, Antonio Hernández Callejas, y su hijo Luis Hernández.
Otras operaciones son las de la familia Grifols en la farmacéutica del mismo nombre, por importe de 6,6 millones; y Cartival, la sociedad del banquero Jaime Botín, con una inversión de cerca de 4 millones de euros en Bankinter realizada el 13 de marzo. Unos días antes, entre el 3 y el 9 de marzo, el mayor accionista del grupo Amrest (dueña de los restaurantes La Tagliatella), el multimillonario mexicano Carlos Fernández, invirtió más de 4,5 millones en títulos del grupo de restauración, que días después anunció un ERTE para un máximo de 3.666 trabajadores.
Algo más de 1,7 millones invirtió en Zardoya Otis entre el 5 y el 10 de marzo el desaparecido José María Loizaga, que era vicepresidente del fabricante de ascensores y de la constructora ACS y que falleció el pasado domingo víctima del coronavirus a los 84 años.
Por debajo del millón de euros están las inversiones realizadas por el experiodista y empresario Ladislao Azcona en Airtificial Intelligence Structure (unos 21 millones de títulos adquiridos entre el 9 y el 12 de marzo por unos 850.000 euros); las compras realizadas por el consejero delegado de Prosegur, Christian Gut, los días 9 y 23 de marzo (unos 585.000 euros); la del presidente de Vidrala, Carlos Delclaux (unos 540.000 euros); la familia Serra, socios de referencia del fabricante de piscinas Fluidra (unos 494.000 euros); los Juncadella y los Serra Farré (Catalana Occidente: unos 600.000 euros en conjunto); el empresario Jorge Sendagorta (de la familia dueña de la ingeniería Sener) en Tubacex (unos 448.000 euros) o los cerca de 113.000 euros invertidos en Montebalito (tradicional ‘chicharro’ de la bolsa española) por el armador gallego José Alberto Barreras a través de la sociedad Metambiente.
