Ante la llegada de la cuarta temporada de la serie La casa de papel, el actor español Álvaro Morte, valora y reconoce que el papel del Profesor le cambió la vida a nivel profesional y personal y, fuera de etiquetarlo, le permitió tener «sobre la mesa» y aspirar a interesantes y variados proyectos.
«A mí el Profesor me dio muchas cosas, muchísimas. Mi vida cambió a nivel laboral tremendamente. Hoy tengo sobre la mesa muchísimos proyectos muy interesantes», indica Morte.
El actor, que se convirtió en el cerebro de la banda de atracadores más loca de la televisión por primera vez en 2017, vio cómo su papel, contrariamente a sentir que podría haberlo encasillado, le abrió puertas y acceso a personas con las que él soñaba trabajar.
«Estoy muy contento de que la gente piense que no solamente puedo hacer de este personaje, que tengo otras facetas que puedo mostrar. Lo que me ha dado el Profesor es poner a mi persona o lo que puedo aportar encima de la mesa de cara a mucha gente, gente con la que yo soñaba trabajar», apunta el actor.
- Morte, que a raíz de su papel en la ficción creada por Álex Pina protagonizó series tan exitosas como El embarcadero (2019), del mismo Pina, o películas como Durante la tormenta (2019) dirigida por Oriol Paulo, reconoce que experimentó un gran cambio en su vida.
La muy esperada cuarta temporada.
«El Profesor aprovecha el vengar a su hermano para mandar un mensaje a toda la sociedad de que estamos en un sistema absolutamente podrido y corrupto y para él el gran fracaso sería que ese mensaje no llegara a calar», argumenta.
«Lisboa es la primera relación en serio que tiene en su vida, pero una vez que lo probó ya no quiere estar solo. Además, lo pone en una posición complicada porque él no puede dejar de lado el atraco», desarrolla Morte.
Un sufrimiento que el actor, no obstante, no comparte. Según cuenta, más que un reto, rodar La casa de papel fue un disfrute: «En La casa de papel ocurrió una cosa muy interesante, muy chula, y es que jamás nos lo hemos tomado como pensando en ‘¡Qué difícil!’sino como ‘¡Madre mía qué disfrute poder enfrentarnos a esta secuencia!»