Crisis humanitaria, Covid 19 y el desempleo: muerte segura

Por: Francisco Parada Walsh/

Mire Francisco, yo me voy a desahogar con usted porque me entiende, porque si yo digo esto aquí me matan porque lo más importante es la vida, eso es lo que les digo yo; ¿Cómo será la vida de aquí a tres meses y la vida en seis meses? ¿Qué? Cuando nos estemos matando por comida, cuando nos estemos muriendo en un país totalmente en ruinas, en quiebra, este; yo, sabe lo que le voy a decir una cosa, yo vivo del turismo, teníamos gente de todo el mundo, de los países más contagiados del mundo como Alemania, España, Francia, Suiza, etc.; eso es lo que yo tenía en el hotel y eso es un reflejo de todo lo que había aquí alrededor.

Un día la señora de la limpieza empieza a toser, a los dos días comienzo a toser yo, al día inmediato comienza mi esposo; vinieron unos alemanes, andaban tosiendo, después todos nos enfermamos del estómago, entonces yo le dije a la señora: Sabe que , es posible que nosotros estemos enfermos , nos vamos a apoyar, hay que lavarse bien las manos, porque no queremos contagiar a nadie que venga, sobretodo porque si no es este asunto cualquiera que venga podría tenerlo entonces tenemos que protegernos; así fue como yo conseguí mis primeros respiradores en el 95, porque no se habían escaseado en el mercado y le dije a la señora, bueno, usaba sus guantes no como siempre pero le dije que no había que confiarse en los guantes porque da como falsa seguridad y porque la señora es bien sencilla no tenía idea de lo que estaba pasando alrededor del mundo pero nosotros nunca nos imaginamos que íbamos a tener que cerrar , la gente siguió viniendo, las reservas siguieron entrando de todo el mundo.

Un buen día, nosotros con gente acá nos dicen: Ya no se pueden mover a partir de mañana, la gente se quedó haciendo cuarentena acá, bueno, algunos empezaron a tramitar su repatriación , claro, países como Alemania , Suiza, Inglaterra mandaron a traer a su gente, les mandaron un avión y lograron salir; el drama es el de los latino americanos que se han quedado aquí estancados y que no eran gente de mal vivir y que ahorita está acampando en terrenos vacíos, uno, no pudieron seguir pagando un hotel, no podían pagar un camping pero tampoco la gente del hotel y del camping los quería seguir teniendo por la sicosis colectiva que se armó, entonces alguien que era un simple huésped al día siguiente era su enemigo ; a eso súmele , que usted sabe de las caravanas de migraciones de venezolanos que hay, entonces Perú Chile, ecuador, Colombia, también Brasil, argentina inundadas de venezolanos; Argentina menos porque más bien los argentinos están saliendo de Argentina, pero inundada de venezolanos porque ellos ya no pueden vivir en su país.

Al principio venia gente muy preparada, luego comenzó a venir de todo porque las cárceles están abiertas y ya no meten gente a la cárcel porque no hay como mantener a los presos , entonces a eso le suma que hay gente que no está acostumbrada a trabajar porque muchos de ellos los agarró pequeños cuando entró Hugo Chávez y con ese sistema que el gobierno les paga casa, agua, luz, todos los servicios básicos y encima le dan un bono para comida y bueno, eso ya con Maduro ya no había para tanto , entró la crisis y son generaciones que se han acostumbrado a ese sistema y además que no tienen miedo a matar a nadie , que no hay un castigo después de eso, toda esa gente seguía entrando porque no se habían cerrado las fronteras, porque no se había, cómo le puedo decir, por un asunto humanitario se dejaba entrar prácticamente a cualquier venezolano; bueno, cerraron las fronteras y la gente siguió pasando por orilla de playa pero lo que, se venían por Ecuador y pasaban por acá pero esa gente nunca se quedaba acá porque su destino era Lima o ciudades más grandes donde pudiesen trabajar o encontrar algo de que vivir, “algo de que vivir” se lo pongo dónde robar más, porque como le digo entraba de todo, gente que entro armada acá, lo que no se dio cuenta que ya no pudo pasar porque nosotros estamos aislados del resto del país, tenemos tres horas de desierto, antes de llegar a otra ciudad y bien, con el estado de inamovilidad esa gente se quedó atrapada acá, con armas y todo, sin dinero, sin posibilidad de trabajo y ahora lo que tenemos es, por lo menos una o dos veces por semana una balacera que se arma que no se sabe si es por el toque de queda porque el ejército tiene orden de disparar, o entre ellos mismos por droga o lo que sea ; hace unos cinco días nos hemos tenido que sentar en el piso porque comenzó una balacera atrás de la casa nuestra y solo se escuchaba una mujer que gritaba “mátenlos” y no sabemos al fin que pasó porque no salió en las noticias ni nos dieron una explicación; mi vecina me mandó un mensaje y me dice que ella ha sentido que se han metido al terreno de su costado.

Este era un pueblo tan tranquilo que casi nadie tiene muros de cemento, todos los muros que tenemos o son cercos vivos o muros así como de malla o el mío por ejemplo que es de madera, como que es de los más seguros pero son muros bajos porque acá nunca ha pasado nada, es un lugar que la gente deja las puertas de su hogar abiertas, no hay seguridad, nunca ha habido seguridad en ningún lugar, la gente no está acostumbrada a las armas, entonces ahora que pasa esto, por ejemplo que vemos argentinos que están mendigando en la calle qué comer porque ni el gobierno los repatria, se les acabó el dinero, no tienen cómo trabajar, no tienen dónde vivir, tenemos a los venezolanos que por ahí dando vueltas , los ve y uno se asusta y la gente misma por ejemplo la gente que me ayudaba aquí con la limpieza, no solo a mi sino a todos, han tenido lo básico para guardar para una semana, dos semanas y como se le dice a la gente que nos van a dar un mes más de toque de queda, por eso lo han ido soltando de quince días en quince días para que la gente no se levante pero ya llegamos al punto donde usted ve a la gente en la calle mendigando comida , ya es una sicosis colectiva, yo estoy con un un grupo de amigas que alimentamos perritos de la calle y ¿qué hacemos? los dejamos morir de hambre, gastamos nuestro dinero en comida para perro y hemos acordado salir en bicicleta porque tenemos un permiso especial, un salvo conducto con mascarilla y todas las protecciones y les vamos a dar hasta dónde podamos; también regalamos comida a los niños que son los hijos de los que fueron nuestros huéspedes pero cada día tenemos menos; pero tampoco vamos a dejar que el miedo nos venza de ese modo, si estábamos llenos de europeos aquí hasta que dictaron la cuarentena y el virus no ha entrado por acá además, no hay un muerto, no es que yo esté pensando que soy invencible, no, yo sé que me puedo morir de eso pero sé que un venezolano me va a matar y me va a violar primero, y quién sabe; se va a armar un estado de guerra acá, y digo en todo el país; yo me pongo a pensar que nosotros que vivimos del turismo y nos dice el gobierno que nos van a dar créditos blandos, ¿De qué me sirve un crédito blando si no voy a tener trabajo para poderlo pagar?, no lo quiero, no me voy a endeudar sino lo voy a poder pagar, y a mí me da, por las cosas que yo veo en Facebook que en El Salvador hay mucha gente que no se ha dado cuenta dónde está parada, no se han dado cuenta porque aun reciben su salario, porque la empresa se lo siguen pagando su salario pero ¿Hasta qué punto se lo va a poder pagar? Porque aquí las leyes ya autorizaron los despidos, aquí las leyes la primera medida que tomó es tres meses sin goce de sueldo para no despedirlo pero ahora ya aprobaron otra ley que permite a las empresas despedir a la cantidad de gente que tengan que despedir, yo tengo la sensación de que en El Salvador que la gente está viviendo en una falsa ilusión que va a trabajar de aquí a un mes, la realidad es que si la empresa no ha quebrado va a ser muy difícil que lo siga manteniendo porque van a tener que reducir su personal de una forma y otra y sigo viendo fotos de la gente que sigue pidiendo delivery de comida, acá que eso hace mucho tiempo se acabó porque no hay delivery de comida.
permitido si su trabajo no es estrictamente necesario en un banco o en un hospital no puede trabajar; sea lo que sea tiene que estar en su casa, entonces yo pienso que allá hay más poder económico, no lo sé decir porque o tal vez a la gente le gusta aparentar más; siento que la gente está viviendo como en una burbuja, como que no ha puesto los pies en la tierra, que no entienden que no van a tener qué comer y no se imagina el descalabro de quedar sin trabajo porque yo le dije a mi esposo: Nos están mandando a la tercera guerra mundial sin un arma porque el efecto económico va a ser igual o peor porque la cantidad de muertos y la cantidad de hambre que va a haber además va a ser exactamente igual o van a ser más los muertos por el hambre, la violencia que por la enfermedad, y ¿Cómo nos vamos a levantar?

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