Por: Marvin Aguilar
El 18 de octubre 2019 en NYC se llevó a cabo en el hotel The Pierre el evento 201. Participaron: Centro Johns Hopkins, Foro Económico Mundial, Fundación Bill y Melinda Gates, Banco Mundial, CIA, ONU, la distribuidora médica Henry Schein, Johnson and Johnson, Edelman publicidad, Lufthansa group, fundación UPS, NBC universal, Monetary Authority of Singapore, Centro Chino para Prevención y Control de Enfermedades China CDC.
Se trataba de un simulacro donde aparecía un virus proveniente de los cerdos que se propagaba en todo el mundo y contestarse que hacer para contrarrestar los efectos económicos y sociales mundiales de este coronavirus.
El ensayo recomendó: contramedidas médicas, cierre de fronteras, distanciamiento social, cuarentenas, política financiera, comunicaciones y tecnología 5G. El objetivo era demostrar lo mal preparados que estaban los gobiernos para enfrentar una crisis como una pandemia y de esta forma impulsar los Asocios Públicos Privados como medida óptima y eficaz para hacerle frente a una crisis sanitaria mundial. El 17 de noviembre de ese mismo año se reportó el primer caso documentado de COVID19.
Qué humanos deseen matar a otros humanos es algo que data desde que el homo sapiens eliminó a sus primos neandertales para volvernos la especie reinante sobre las otras. Hititas usaban flechas envenenadas contra sus enemigos. Persas, griegos y romanos envenenaban las aguas en los pozos de sus hostiles. Los ingleses las importaron a América infectando mantas con viruela y enviándoselas a los indígenas para matarlos.
Lo novedoso es el uso de bacterias, microbios o virus. ¿Es posible que dirigentes de una nación poderosa, con recursos científicos decida usar como conejillos de indias a ciudadanos para probar armas biológicas? La respuesta es sí.
EEUU la ex URSS y Japón han abanderado estas pruebas en humanos, en sus ciudadanos. Entonces ¿es descabellado pensar que el COVID 19 fue creado en un laboratorio con intenciones de dañar el sistema económico actual? No es disparatado. Es posible. La elite tecnológica y científica, como la denominó Dwight Eisenhower viene desde 1943 y terminan (aparentemente) en 1968 investigando con sus propias u otras poblaciones.
Comienza en Guatemala, el drama de inocularles sífilis, gonorrea y otras a 1500 chapines por parte de científicos estadounidenses entre 1946 y 1948 para averiguar cómo reaccionaría la penicilina.
Sea Spray fue un experimento llevado a cabo en 1950 por el ejército estadounidense. Diseminó 5 veces en San Francisco, EEUU desde un barco con un cañón dispersor bacterias sobre sus habitantes. Era serratia marcescens, fue usada sin el consentimiento de 800,000 habitantes de San Francisco. Mataron a 1 y hospitalizaron 10, y sí, esta bacteria era perjudicial para la salud. En la actualidad se dan de vez en cuando brotes que hacen difícil controlarla por haberse hecho inmune a los antibióticos.
En 1957 y 1958 en San Luis y Minnesota liberaron bacterias en el ambiente para comprender como reaccionaria el ser humano. Para poder llevarlo a cabo fue necesario mentirles a los vecindarios de afroamericanos que los cubrirían con niebla con el objetivo de evitar un bombardeo de los comunistas, un ensayo dijeron. Dejaron ir por los cielos de estos barrios sulfuro de cadmio y zinc sustancias que luego resultaron ser cancerígenas provocando altos índices de enfermos en esas zonas.
Los humanos como decía Salarrue “semos malos” y puestos a destruir al otro semos creativos. Si la distorsión cognitiva le impide creer lo que hasta ahora leyó, lo hecho en el metro de NYC en 1966 no tiene explicación. ¿O sí?
Ese año dejaron ir bombillas en los rieles del metro que contenían la bacteria bacillus subtilis que al explotar buscaban comprobar de manera efectiva cuanto se podría expandir un ataque biológico. ¿Sirvió todo esto para evitar un ataque? Pues expertos en biodefensa de EEUU dicen ahora que en nada. Esto es porque hoy sabemos que entre el ataque y los síntomas pasarían varios días y esto daría tiempo al virus o bacteria para expandirse a sus anchas. Al darse cuenta del ataque ya habrían cientos de contagiados.
Corolario:
Desde 1975 quedó prohibido usar humanos para experimentos de armas biológicas.
¿Puede entonces ser el COVID19 un virus manipulado en un laboratorio y suelto o escapado al mundo para generar un desastre económico?
(Antropólogo salvadoreño)