Por: Jesús Solano
A diario vemos escenas de crueldad hacia los animales como son las mascotas, especies de la vida silvestre que son capturados, animales de trabajo que desgraciadamente caen en manos de personas crueles que se satisfacen en hacer sufrir a estos seres inocentes sin ningún remordimiento de conciencia, lo cual demuestra el grado de decadencia moral y espiritual de tales personas; lo lamentable del caso es que en esta práctica delictiva hasta participan no pocas personas que son miembros de iglesias y congregaciones religiosas, quienes por su relación con Dios deberían ser compasivos con las demás criaturas.
El maltrato incluye muchas prácticas como golpizas, heridas y mutilaciones, falta de atención médica y alimentaria, abandono y descuido, trabajo extenuante en animales de circo, de carga y de tiro; involucramiento en actividades violentas y sanguinarias (como peleas de perros y de gallos, toreadas), destrucción del hábitat de la fauna silvestre; cautiverio, en muchos casos en condiciones deplorables, etc. Tales prácticas pasan desapercibidas y hasta avaladas por la sociedad “civilizada” y por las autoridades quienes evaden la responsabilidad exigida de proteger a los animales y castigar a los maltratadores.
En las redes sociales apareció recientemente un caso de salvajismo en el departamento de Chalatenango, en donde unos sujetos le cortaron las manos a un felino silvestre, crimen como otros que por ningún motivo tiene que quedar en la impunidad, imponiéndoles penas ejemplarizantes.
No se puede dejar de mencionar la muerte la muerte y mutilación de incontable cantidad de animales durante el incendio premeditado de la Amazonia en Brasil, orquestado por el presidente Jair Bolsonaro y sus secuaces de las grandes empresas y sectores agrícolas ganaderos y extractivistas, crímenes de lesa humanidad que no deben quedar impunes, ya que es un atentado contra la fauna y la vida en el planeta, ojalá la sociedad civil y las organizaciones ecológicas a nivel mundial, así como la Corte Penal Internacional y los países democráticos inicien un proceso legal en contra de los involucrados.
Estudiosos del comportamiento humano dicen que los individuos acostumbrados a maltratar a los animales tienen una mayor propensión y facilidad de hacer lo mismo con las personas. Esto lo afirma el Papa Francisco en su carta encíclica Laudato Si en el numeral 92; “Por consiguiente, también es verdad que la indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre termina trasladándose de algún modo al trato de damos a los otros seres humanos. El corazón es un solo, y la misma miseria que lleva al maltrato a un animal no tarda en manifestarse en la relación con las demás personas”.
Por otra parte, la Biblia nos invita a ser compasivos con los animales, como lo dice Deuteronomio 22.4-6: “Si ves caído en el camino al asno o al buey de tu hermano, no te desentenderás de ellos…Si encuentras en el camino un nido de ave en un árbol o sobre la tierra, y esté la madre echada sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a la madre con los hijos”. También en Éxodo 23:12 exige el merecido descanso de los animales de trabajo: “Durante seis días harás tus faenas, pero el séptimo descansarás, para que repose tu buey y tu burro”.
A través de la historia han surgido personas que nos dan ejemplo de amor y buen trato a la creación y los seres vivos, uno de ellos es San Francisco de Asís, quien llamaba hermanos a los animales, por lo que fue declarado patrono en los ecologistas. Ojalá que los seres humanos, los devotos y admiradores, así como las personas de la congregación franciscana católica sigamos el ejemplo de este virtuoso hombre, porque amar y cuidar a la madre tierra y sus criaturas es servir a Dios, tal como lo hizo él.
La gran mayoría de etnias americanas han tenido un gran respeto por la creación, por ejemplo en el año 1854 el presidente de Estados Unidos de América, Franklin Pierce, le propuso a un grupo de indios Pieles Rojas, comprarles sus tierras, ricas en recursos, que pasarían a ser propiedad de los colonizadores blancos europeos; asimismo, les ofreció crearles una reservación india en donde serían confinados. Ante tal oferta el jefe de esta tribu le envió una carta al presidente de los Estados Unidos, de la cual sacamos algunos párrafos:
“Si aceptamos la oferta que nos hacen yo pondré una condición: El Hombre blanco debe tratar a los animales de la tierra como a sus hermanos. He visto miles de búfalos pudriéndose en las praderas muertos a tiros desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina puede ser más importante que un búfalo al que nosotros matamos solo para poder vivir”.
“Que sería del hombre sin los animales? Si los mataran a todos, el hombre moriría de una gran soledad espiritual, porque lo que les sucede a los animales, le sucederá al hombre”.
“Las flores perfumadas son nuestras hermanas, el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre pertenecen a la misma familia”.
Vemos como este hombre del siglo antepasado, que sin haber recibido cursos de biología ni de ecología que no existían, tenía una visión clara de la cosmovisión, así como la importancia y función de los seres vivos, conocimientos adquiridos en la universidad de la vida y similares a los de San Francisco de Asís.
Actualmente en que los medios nos exponen esta temática, es cuando más nos ensañamos contra los animales.
La Constitución de la República en el artículo 117 se refiere al deber del Estado de proteger los recursos naturales, así como la diversidad e integridad del medio ambiente, lo cual no especifica sobre la situación del maltrato animal, además, esta es ignorada y pisoteada hasta por los gobernantes.
En el año 2016 fue emitido el decreto 330 con la finalidad de fomentar el respeto, la protección y defensa de los animales. Lamentablemente este como otros quedan en letra muerta en el papel; en lo personal he acudido a las autoridades respectivas a denunciar casos de crueldad animal, pero resulta que a las autoridades no se las ha instruido en los procedimientos ni se les ha dado las herramientas necesarias para actuar, por consiguiente estos desalmados siguen en la impunidad repitiendo los crímenes en contra de estas inocentes criaturas. Por otra parte este decreto se queda corto debido a que solo se refiere a animales de compañía o mascotas, excluyendo a los animales de trabajo como bueyes, caballos, perros detectores de droga, los que actúan en circo, etc. Además no se mencionan las especies silvestres que sufren cuando se les destruye su hábitat, cuando son capturados y mantenidos en condiciones paupérrimas para luego comercializarlas.
Tomando en cuenta lo expuesto, es urgente que las autoridades e instituciones que les compete, manejen estas realidades, ejecuten inmediatamente y pongan un alto definitivo a este brutal flagelo, ejecutando las siguientes medidas:
- Aplicar Sanciones acordes al nivel del maltrato tales como multas, trabajo social si el infractor no puede pagar monetariamente.
- Crear centros de resguardo, se es posible en todo el país para atender animales abandonados y enfermos, en donde el victimario pague el costo de alimentación, tratamiento médico, así como los servicios de personal.
- Realizar campañas de adopción de mascotas rescatadas.
- Realizar campañas de esterilización y vacunación permanentes obligatorias, costeadas por los propietarios de los animales, con el objetivo de disminuir y prevenir su proliferación y sufrimiento.
- Crear seccionales en cada cabecera departamental o en los municipios con el objetivo de atender situaciones relacionadas con el maltrato animal en donde se deba asignar personal para investigar y hacer visitas periódicas a lugares en donde tengan animales, tales como viviendas, centros de trabajo, circos, entre otros, con el objetivo de verificar la situación y el trato que estos reciben y realizar un reporte del mismo.
- Asignar un número telefónico en donde la ciudadanía denuncie los casos de maltrato contra los animales.
- Realizar actividades o campañas masivas de educación a nivel nacional de cómo tratar y manejar los animales, dado que cada especie tiene hábitos y necesidades diferentes de las otras, por lo que necesitan una atención distinta.
- Coordinar esfuerzos con instituciones gubernamentales como las alcaldías, Policía Nacional Civil, organizaciones particulares y ONGS dedicadas a la protección del Medio Ambiente y los animales, con el objetivo de lograr el éxito en esta tarea.
- Las personas que solicitan adquirir una mascota deben exigirles cumplir requisitos tales como presentar antecedentes penales, un historial respecto al trato que dan a los animales, así como una evaluación psicológica, con el objetivo que los animales no vayan a parar a manos de psicópatas crueles.
En la actual administración pública asomó una luz de esperanza cuando impusieron sanciones a dos hombres por crueldad hacia unos perros, además, uno de los funcionarios prometió seguir imponiendo sanciones contra este tipo de personas y asignar un número telefónico para denunciar la agresión a los animales, promesa que ha quedado en el olvido, mientras, el maltrato hacia los animales continúa.