¿Neo presidencialismo?

Neo-presidencialismo, llámase al orden político actual que va deslizándose poco a poco, hacia una neo-monarquía; proceso que es inadvertido, por quienes luchan por el sustento diario y a quienes hoy, en el sistema que tenemos, no les permite desarrollar su potencial y creatividad.

También pasa inadvertido para los políticos, que buscan ser electos, pues su mira está únicamente en el favor de la masa y sólo ofrecen, lo que ésta puede asimilar. El proceso que vivimos, no sólo se ha dado en El Salvador, también en otros países, con consecuencias muy nefastas.

El neo-presidencialismo, es un régimen de gobierno, en el cual el poder ejecutivo, posee preeminencia (de facto y por cualquier medio) sobre el resto de los poderes y orden constitucional.

El funcionamiento de nuestro sistema político, se basa en el voto popular y por ello, todos los partidos apelan al mismo, pero sin mostrar las implicaciones de la política, más allá de la comprensión de las necesidades de sus electores. Esto hace que quienes ejercen hoy el poder, para la consolidación del mismo, propongan abiertamente la desobediencia a la normativa constitucional, salvo la que les sea favorable, en un retroceso al orden constitucional presente.

Desconocer la normativa necesaria, para ejercer un cargo público (declarar su patrimonio, para después verificar que no ha habido enriquecimiento ilícito), pasar sobre las distintas sentencias de la Sala de lo Constitucional o, declarar que no acatara una disposición de la Asamblea Legislativa, de rango constitucional, como es la relativa a la deposición del cargo por violaciones a los derechos humanos, pasa la línea de neo-presidencialismo, a neo- monarquía. Y en este contexto, un inadvertido cambio en los símbolos patrios, significa un cambio en el sistema republicano.

La forma del Gobierno y Estado, no es concepto político partidario, sino jurídico-filosófico y, siguiendo los conceptos del filósofo alemán Karl Lowenstein, padre del constitucionalismo moderno, los regímenes neo presidencialistas, son una forma de absolutismo disfrazado, con los elementos propios de la democracia (elecciones, contralores, etc.), porque estos elementos «democráticos», son aquí, sólo una estrategia para consolidar su condición absolutista.

La consecuencia de dicho proceso, es la represión disfrazada y justificada por cualquier circunstancia, real o ficticia, pero que sirva para la concentración de autoridad y, se imponga la voluntad del dictador. Consecuencia inmediata, de la pérdida de la libertad, es la falta de actividad económica.

Hoy vemos que la actividad derivada del formalismo, está paralizada y florece la informalidad, a la que no llega la potestad del Estado. Y de allí, la exigencia de un nuevo encierro y un nuevo régimen de excepción, deslizandonos inconscientemente, a un nuevo sistema, que ahogará las libertades individuales, acrecentando la autoridad del dictador.

Por: Miguel A. Saavedra

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