Por estos calurosos días, mientras su país sobrepasa los 5 300 000 contagiados y los 169 500 muertos, el gobernante, concentrado en su afán por no dejar el poderoso puesto, ha agregado mucho más lodo en su contra.
El prominente sicoanalista John Zinner, siquiatra de la Universidad George Washington, en una entrevista publicada en el portal estadounidense Raw Story, puso en duda la capacidad del presidente Donald Trump y asegura que «la condición mental que más sufre, se conoce formalmente como un caso grave del trastorno narcisista de la personalidad».
Zinner, quien además fue director de la Unidad de Estudios de Terapia Familiar del Instituto Nacional de Salud Mental (nimh, por su sigla en inglés) señaló que «el inadecuado liderazgo de Trump durante la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, ha desembocado en que hasta la fecha haya más de cinco millones de estadounidenses contagiados».
El especialista consideró al inquilino de la Casa Blanca un presidente «incompetente», que sufre trastornos mentales extremadamente graves que lo hacen incapaz de atender cualquier problema.
De hecho, Zinner, durante el diálogo se mostró de acuerdo con Mary Trump, sobrina del mandatario, quien describe a su tío como un hombre profundamente dañado sicológicamente.
Coincidir con lo aquí expuesto, nos presenta al verdadero Donald Trump. Parece un retrato hablado del Presidente de Estados Unidos.
Por estos calurosos días, mientras su país sobrepasa los 5 300 000 contagiados y los 169 500 muertos, el gobernante, concentrado en su afán por no dejar el poderoso puesto, ha agregado mucho más lodo en su contra.
El 8 de agosto, en un Memorando Presidencial, ordenó al Departamento del Tesoro «aplazar» la recaudación de impuestos sobre la renta salarial, que ayuda a financiar la seguridad social y el Medicare.
Por tratarse de un «aplazamiento» de los impuestos y no de una exención de estos, los trabajadores acumularán una gran deuda y, además, deberán pagar el impuesto de 2021, lo que no representa ninguna solución, sino una recarga a la economía personal.
En lo que ya se conoce como una engañosa estratagema fiscal de Trump, vale recordar que, el día que firmó esta orden ejecutiva, dijo que «eliminará el impuesto si votan por él y sale reelegido».
A menos de dos meses y medio de las elecciones presidenciales, el magnate también ocupa el tiempo en arremeter contra Kamala Harris, designada por Joe Biden como compañera de fórmula en su aspiración de ganar las elecciones.
Según ap, el mandatario ha dado credibilidad a la intriga racista que pretende eliminarla en su pretensión. «He escuchado rumores de que Harris, una mujer de raza negra nacida en Estados Unidos y de padres inmigrantes, no cumple los requisitos para ocupar ese cargo. Son rumores muy serios», aseguró Trump.
Días antes, en uno de sus arrebatos irresponsables, había calificado a Kamala Harris de «falsa» y la «más mala, la más horrible de todas».
No obstante su «apretada» agenda, Donald Trump ocupó tiempo y espacio por estos días –además– en mandar a Pompeo a «anunciar» la suspensión de los vuelos privados a Cuba; lanzar diatribas contra las brigadas médicas cubanas que salvan vidas por todo el mundo; ordenar provocaciones de sus naves y aviones de guerra en mares y cielos cercanos a territorio de China, además de peligrosas maniobras aéreas espías cerca de las costas de Crimea, en el Mar Negro, en claro desafío a Rusia.
Trump también ordenó el traslado de miles de sus fuerzas militares acantonadas en Alemania hacia territorio de Polonia, en franca amenaza al territorio ruso.
Otras muchas acciones, contra Irán, Siria, Irak, Venezuela y otros entornos de todo el planeta, son parte del accionar cotidiano del presidente estadounidense, el mismo personaje que aspira a reelegirse el 3 de noviembre próximo.