Manifestantes atacaron la Iglesia San Francisco de Borja y la Iglesia de la Asunción, ambas ubicadas en el centro de Santiago, cerca de la Plaza Italia, epicentro de las movilizaciones que se llevaron a cabo para conmemorar el primer aniversario de las revueltas sociales de 2019.
Al menos dos iglesias del centro de Santiago de Chile fueron quemadas esta semana tras la multitudinaria manifestación que congregó a decenas de miles de personas para conmemorar el primer aniversario de ola de protestas que sacudió al país en octubre del año pasado. Durante la jornada también se registraron saqueos.
El primer santuario atacado fue la Iglesia San Francisco de Borja, usado regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, y horas más tarde fue la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital, con más de un siglo y medio de antigüedad. Cuando cayó la cúpula en llamas tras el colapso de la estructura, varios manifestantes celebraron, según constató la agencia AFP. Ambas iglesias fueron atacadas por encapuchados.
Los templos se encuentran en los alrededores de Plaza Italia, el epicentro del llamado “estallido social” y que este domingo fue escenario de una de las concentraciones más masivas en lo que va de año.
En las cercanías de la rotonda, bautizada por los manifestantes como “Plaza Dignidad”, fueron saqueados además varios comercios, entre ellos un supermercado de una cadena internacional, y también se registraron ataques de encapuchados a algunas comisarias de la periferia capitalina, como Puente Alto.
También hubo desórdenes en barrios periféricos de la ciudad y una distribuidora de gasolina fue incendiada en la comuna de Puente Alto, donde enmascarados suelen manifestarse violentamente.
El cuerpo de Carabineros, que a diferencia de otras semanas estuvo la mayor parte del tiempo replegado, desplegó un amplio dispositivo de seguridad, que incluyó 40.000 agentes en todo el país, pues también hubo concentraciones en ciudades como Valparaíso, Viña del Mar, Antofagasta y Concepción.
Temprano, un grupo volvió a pintar de rojo la estatua del general Baquedano que domina la plaza, como había ocurrido ya el viernes y después de que fuera repintada por autoridades. También fue expulsado a gritos Daniel Jadue, alcalde comunista del barrio de Recoleta, vecino a Plaza Italia.
Las concentraciones por el aniversario se celebran a una semana de que más de 14,5 millones de chilenos decidan en un histórico plebiscito si quieren reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y vista como el origen de las desigualdades que aquejan al país.
El gobierno del presidente Sebastián Piñera llamó a realizar la manifestación de forma pacífica y respetando las medidas sanitarias por la pandemia, que en Chile deja 491.760 casos y 13.635 fallecidos confirmados.
Con información de EFE y AFP