Consejos para reducir los niveles de estrés

Deja algo de tiempo libre entre lo que te estresa y tu reacción. Si cada vez que te estresas te tomas un café, deja pasar un tiempo hasta que te relajes, y, con un poco de suerte, tu deseo de consumir más café desaparecerá.

No te tomes las cosas a pecho. Si alguien cercano a ti, un vecino o tu jefe en el trabajo no son las personas más agradables del mundo, intenta que sus comentarios sobre tu persona no te afecten, porque por ello no se va a resolver tu vida ni se va a terminar el mundo.

Respira profundamente. Concéntrate en tu respiración cuando sientas que tu estrés se está manifestando, hasta que la sensación de relajación vuelva. Una respiración tranquila y relajante puede eliminar las mencionadas hormonas y realcalinizar nuestro cuerpo, que se ha podido convertir en ácido.

Tómatelo con sentido del humor. Si te fijas en los problemas uno por uno, verás que en sí mismos, muchos de ellos no son tan importantes; por lo tanto, no permitas que granito a granito se haga una montaña de problemas.

Busca una solución. Piensa que el 85 por ciento de las cosas por las que nos preocupamos son relativamente insignificantes o, incluso, son cosas que tememos que sucedan, pero que muchas veces no llegan a ocurrir.

Haz ejercicio físico de forma regular. No importa si es correr, nadar, yoga, caminatas o bailar; mueve tu cuerpo con frecuencia para eliminar las hormonas del estrés.

Aprende a quererte a ti mismo. Eres especial, y como tal, cuídate y evita que el estrés estropee tu vida y tu salud.

Alimentos que ayudan a bajar sus niveles

Aguacate, plátano, pavo, papa, yogur, almendras, semillas de calabaza y lechuga, entre otros, aumentan los niveles de triptófano, que es un aminoácido que produce la hormona del “bienestar”: serotonina.

Pastas, pan, avena, no refinados; lentejas y la cebada son, todos ellos, alimentos “calmantes”.

El estrés “elimina” las proteínas muy rápido, por lo tanto, asegúrate de tomar entre 100-175 gramos de proteína todos los días; preferiblemente en el desayuno y en la comida, lo cual nos ayudará a mantener un óptimo nivel de azúcar en sangre.

Los aceites de los pescados, las semillas de calabaza o de girasol son ricas en muchos ácidos grasos esenciales que reducen la inflamación generada por el exceso de hormonas del estrés.

El té verde tiene un importante aminoácido denominado L-teanina, que mejora la producción de ondas Alfa en el cerebro, dichas ondas se producen cuando nos encontramos en estados de relajación. Bebe seis vasitos de este té al día para mantenerte en calma, pero sin dormirte.

Bebe infusiones relajantes para tener un correcto funcionamiento de las glándulas suprarrenales. Valeriana y manzanilla son también beneficiosas.

Bebe como mínimo ocho vasos de agua al día para eliminar las toxinas del cuerpo.

Alimentos que debes evitar

No subestimes cuanto tu dieta puede afectar tus niveles de estrés y tu capacidad para combatirlos. En la medida de lo posible o, por completo, deberías eliminar de tu dieta el alcohol, la cafeína, el azúcar y los endulzantes artificiales.

Reduce tu ingesta de alimentos refinados. Poseen muchos aditivos y azúcares, y generalmente son muy bajos en otros nutrientes. Cuantos más alimentos consumas de este tipo, más estresarás el hígado, el aparato digestivo y las glándulas suprarrenales.

Reduce el consumo de carnes rojas, son difíciles de digerir y prescindibles. Cuando nos sentimos estresados, el primero que se resiente es nuestro estómago y, por extensión, su funcionamiento y el del resto del aparato digestivo.

Aprende a cuidarte y siempre recuerda buscar ayuda especializada.

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