Teología de “los extremos confines”

Por PAOLO SCARAFONI Y FILOMENA RIZZO*.

El Pentágono hará público un informe sobre los Fenómenos Aéreos No Identificados, encargado el año pasado por la administración Trump y confirmado por la actual. Mucha expectación entre quienes esperan la confirmación de la existencia de extraterrestres, y quienes piensan que se trata de avanzadas tecnologías de otras potencias mundiales, rivales de Estados Unidos.

El año pasado, la Agencia Francesa de Innovación en Defensa creó un «equipo rojo» para reclutar escritores y guionistas de ciencia ficción, comprometiéndolos en «diseñar y desarrollar escenarios de disrupción operativos, tecnológicos u organizativos» para imaginar los conflictos del futuro en un período bien definido: 2030-2060.

En los Estados Unidos, después de décadas de negacionismo, el Pentágono creó el año pasado la división Unidentified Aerial Phenomenon (UAP), para «Identificar, analizar y catalogar los Fenómenos Aéreos No Identificados que puedan suponer una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos». UAP es la nueva sigla que sustituye UFO (OVNI), e incluye una categoría más amplia de fenómenos.

 

En Japón existen directrices específicas para los pilotos militares en caso de encuentros con UAP; en Argentina, Israel y otros países ha habido admisiones oficiales de contactos.

En China en la segunda mitad del año pasado, en plena pandemia, el NAOC, Observatorio Astronómico Nacional Chino, abrió a los astrónomos y físicos del resto del mundo el FAST, Five hundred meters Aperture Spherical Telescope, un gigantesco radiotelescopio construido entre las montañas en el suroeste del país de 2011 a 2016, para explorar el universo y estudiar mundos alienígenas y señales de vida extraterrestre.

A estas noticias se añade también la extraña señal procedente de la estrella Próxima Centauri, que confirma la detección de «susurros» generados por inteligencias no identificadas.

No queremos parecer exagerados ni conspiradores, pero quien vive en contacto con los niños, permanentemente relacionados con el juego Fortnite, comprende que están desarrollando una capacidad reactiva inimaginable para nosotros, los adultos, para golpear con una velocidad extrema todos los cuerpos en movimiento. Están en contacto con jugadores de todo el mundo, sin distinción de sexo, edad, etnia, estado, lengua, condición social, cultura y religión. Continuos torneos mundiales seleccionan a los mejores jugadores concediéndoles premios importantes. Una aplicación puesta a disposición de todos y permanentemente actualizada que parece nunca tener problemas de conexión, incluso cuando otros programas importantes se derrumban. Un entrenamiento de combate constante. Los desarrolladores y dataminer han divulgado los detalles sobre la inminente llegada de los OVNIS a la Temporada 6 de Fortnite, con «círculos de las cosechas» y secuestros de jugadores por parte de los alienígenas. Los extraterrestres deberían ser los protagonistas indiscutibles de la próxima Temporada 7.

En cuanto a la búsqueda de la posibilidad de vida más allá de la Tierra en 2020 se publicó el libro «Aliens Oceans: the Search for Life in the Depth of Space» de Kevin Hand, astrobiólogo de la NASA. Se llama la atención sobre un satélite de Júpiter llamado Europa, que incluso gracias a la presencia de un océano, tendría condiciones de vida muy similares a las de nuestra Tierra. A este proyecto alude la película de George Clooney «Midnight sky», estrenada a finales del año pasado. Una pareja de científicos astronautas, que esperan a un niño, de regreso de una misión en una luna de Júpiter, ya no pueden volver a casa, porque la Tierra no adecuadamente custodiada está a punto de colapsar; deben dar la vuelta y refugiarse en ese mismo exoplaneta para proteger la vida y dar esperanza a la humanidad.

Otro objetivo declarado de los magnates americanos es llegar a Marte y luego construir ciudades habitables para el hombre.

Desde un punto de vista teológico hay que intervenir pronto, «primerear», desarrollando una teología «de los confines» (Rom 10, 18).

Sería oportuno retomar los estudios de teólogos como Teilhard de Chardin, que habían puesto de relieve la importancia del tema. Hace algunos años despertó gran interés el libro de Armin Kreiner «Jesús, los ovnis y los alienígenas» y los estudios del teólogo y astrónomo Tanzella Nitti y de los padres jesuitas de la Specola vaticana, entre ellos José Gabriel Funes y Guy Consolmagno. Hoy es indispensable confrontarse y dialogar durante mucho tiempo con los científicos que han cuidado los desarrollos de la investigación sobre el cosmos, superando la desconfianza recíproca.

Si en el informe estadounidense se confirmara la posibilidad real de relacionarse con criaturas inteligentes distintas de nosotros, a la teología se plantearían difíciles temas relativos a la cristología (encarnación y salvación en Cristo) y a la antropología.

Cristo entró en la creación haciéndose uno de nosotros, eligió al hombre y a la Tierra. En este misterio durante mucho tiempo se han basado el geocentrismo y el antropocentrismo, que por desgracia han causado a veces mucho dolor.

Cristo nos enseña la kenosis para mostrarnos la dignidad de todos los hombres y también de las otras criaturas distintas de nosotros. El Cristocentrismo, en la dimensión del encuentro y de la comunión con él, va más allá de los confines de la Tierra, y es posible también para criaturas inteligentes distintas de nosotros. Para Cristo ser un hombre es el camino, el servicio, no el privilegio y el dominio.

Las personas pertenecientes a las potencias mundiales que quizás encuentren a los demás seres, representando a la humanidad, deberán mostrar una relacionalidad y una acogida sin límites, no el orgullo de la especie humana.

Las problemáticas teológicas vinculadas al descubrimiento de nuevos planetas donde es posible la vida (astrobiología), se refieren sobre todo a la antropología y al cuidado de la creación. La humanidad debe superar definitivamente la visión «depredadora», como desgraciadamente ha ocurrido en el pasado. Frente a «nuevas tierras», se ha justificado la «conquista» y la «colonización», a menudo apoyándose en una falsa cristología, con el error de bendecir las «armas de la guerra». Ahora se añade la intención explícita de egoísmo de los poderosos y ricos, quienes en lugar de proteger la Tierra, la explotan hasta el punto de no retorno y se aseguran la posibilidad de apoderarse de otros planetas para su supervivencia.

Los pobres excluidos de estos juegos depredadores, sin una intervención vigorosa, incluso teológica, sobre las conciencias y las intenciones, están destinados a permanecer descartados.

Como relacionarnos con el maravilloso descubrimiento de exoplanetas habitables, donde se puede desarrollar la vida, y el enriquecedor encuentro con criaturas inteligentes para acogerlas y no para combatirlas, se nos indica en las Escrituras: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos» (Sal 19, 1). Cristo, Rey del Universo enseña a todos los hombres y a todas las criaturas a acogerse y a amarse.

* Don Paolo Scarafoni y Filomena Rizzo enseñan juntos teología en Italia y Africa, en Addis Abeba. Son autores de libros y artículos de teología.

Fuente: Vatican Insider.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.