Los obispos católicos de la Conferencia del Episcopado de México (CEM) se pronunciaron ante la creciente violencia en el país latinoamericano, en la exhortación titulada ‘la paz como anhelo de la plenitud humana’, difundida este 23 de junio.
«Ante la creciente manifestación de variadas formas de violencia en nuestro país, los obispos de México han realizado un llamado para que a través de la cultura del encuentro y la amistad social, podamos superar las divisiones, reencontrar la paz y la vida digna», indica la presentación del la carta pastoral publicada por la CEM.
Los obispos expresan en su mensaje su «tristeza» porque la sociedad mexicana «se ha visto perjudicada considerablemente por escenarios de inseguridad y violencia, la cual, lejos de disminuir, continúa amenazando a nuestras comunidades».
El documento firmado por el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey (norte), y por el secretario general del organismo de la jerarquía católica, obispo Alfonso Miranda, recuerda que hace una década expresaron en un análisis de la realidad mexicana que advertían «una creciente actividad de la delincuencia organizada, la pobreza, la desigualdad social, la corrupción».
En efecto, en la exhortación pastoral para la paz, titulada Que México tenga vida digna, publicada en 2010, los obispos señalaban «la falta de reformas en las políticas económicas, las deficiencias en el sistema de impartición de justicia, y el desempleo», como una realidad que «lejos de disminuir, continúa amenazando a nuestras comunidades».
Intimidación y terror
Los obispos denuncian las acciones de intimidación y terror, y denuncian que «mantener al otro bajo amenaza, significa reducirlo al estado de objeto y negarle la dignidad».
La carta pastoral reafirma que «el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas, son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia».
Los obispos expresan que la paz no puede reducirse a «un simple equilibrio entre la fuerza y el miedo».
«El terror ejercido sobre las personas más vulnerables contribuye al exilio de poblaciones enteras en busca de una tierra de paz», subraya el manifiesto católico.
El llamamiento a los «artesanos de la paz», pide prestar atención a «las familias, niños y adolescentes, que viven en zonas de inseguridad o que han sido dañados por la violencia, y a todos los que se esfuerzan para que sus vidas y sus derechos sean protegidos».
Lamentan el contraste de un mundo cada vez más interconectado con los acontecimientos de los diferentes ámbitos sociales, en el que «también experimentamos lejanía, desconfianza y, hasta sospecha, para con los demás».
Los obispos señalan que el papa Francisco ha señalado esa contradicción, como «una patología que puede provocar consecuencias funestas».
Advierten que las diversas formas de violencia que amenazan la vida contemporánea se expresan «no solo a través de las armas, sino también a través de las diferentes plataformas digitales y medios de comunicación masiva, los cuales tienen como fundamento la cultura de la indiferencia y del descarte».
La CEM convoca al Estado mexicano, las diversas Iglesias e integrantes de la sociedad civil a «continuar construyendo la paz a partir de los principios de solidaridad».
Entre esos principios exhortan a ser «respetuosos y comprensivos»; a trabajar en «los propios errores»; instan a «una comunicación asertiva, ser amables», y a fomentar «el diálogo y el buen trato».
Los asesinatos aumentaron en todo el país de 2.861 registrados en abril pasado a 2.963 en mayo, es decir que casi 100 personas sufrieron muertes violentas cada día, según un informe de la secretaría federal de Seguridad Pública, publicado el 21 de junio.
México ha sufrido los dos años más violentos de su historia contemporánea en 2019 y 2020, con 34.682 asesinatos en 2019 y 34.554 en 2020, según las cifras oficiales.
Fuente: SPUTNIK.
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