La filantropía en una sociedad secularizada o ausente de Dios ya no apela a la caridad cristiana con sus bases teístas y su visión redentorista que marcaba abstenerse de gozar en vida para ganarse la recompensa celestial; ¡vaya! Hay un nuevo humanismo que llama al altruismo desde atalayas más racionalistas o pragmáticas y que, en lo básico, se sustenta bajo directrices y principios más filosóficos que religiosos. Ante todo, la empatía que reconoce de principio que el “otro” es igual de finito y vulnerable que “yo” entonces ¿por qué no ser solidario para con él?
Por: Fabian Acosta Rico*
Es sabido que grandes magnates que figuran en la revista de Forbes: hombres o mujeres que destacan como los más ricos del mundo han decidido entregarse a la filantropía por mero y secular espíritu humanista. El caso más sabido es el de Bill Gates, fundador de la empresa multinacional Microsoft. Desde el año 2000, quien fuera el hombre más rico del mundo renunció a su puesto de director de su compañía para gradualmente dedicarse a la filantropía. Como hombre dadivoso, las áreas de su interés son los proyectos de salud global, desarrollo, educación y lucha contra el cambio climático.
En su combate a la pobreza, Bill Gates secundado por su esposa Melinda tienen estimado donar más de la mitad de su fortuna durante lo que les quede de vida o incluso después de la muerte.
Menos humanitario que Gates, resultó el dueño de la automotriz Tesla y de la empresa privada aeroespacial SpaceX, Elon Musk, quien por cierto es el hombre más rico del mundo con una fortuna personal de 311 mil millones de dólares. Según estimaciones de Morgan Stanley, de octubre de este año, el magnate se enfila para convertirse en el primer billonario del mundo.
En un arrebato de generosidad forzado o inducido, Musk dijo estar dispuesto a vender algunas de sus acciones de Tesla para ayudar a remediar el hambre en el mundo. ¿Quién lo motivo a dar esta declaración? fue David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas quien, en una entrevista para CNN, exhortó a los multimillonarios como Musk y Jeff Bezos a “dar un paso al frente ahora, por una sola vez” y donar 6 mil millones de dólares que servirían para sacar del hombre a 42 millones de personas soterradas en la peor de las inseguridades alimentarias.
Respondiendo al exhorto de Beasley, en el mismo hilo de Twitter, Musk dijo estar dispuesto a hacer la millonaria donación bajo dos condiciones: la primera que el director PMA le explique como la cantidad donada ayudará a combatir el hambre global. La segunda condición que antepone es un seguimiento de contabilidad abierta para que todo el público sea testigo de cómo se gastan esos millones.
Según señala el índice de multimillonarios de Bloomberg, dado el patrimonio de Musk (los 311 mil millones ya mencionados) los 6 mil millones de la tentativa donación apenas equivaldrían al 2% de su fortuna; como quien dice nada. Aprovechando el revuelo mediático, el famoso youtuber y boxeador estadounidense, Jake Paul declaró en estos días que si Musk se decide en donar la cantidad sugerida por Beasley para combatir el hambre en el mundo él daría para la causa 10 millones.
Los líderes de hoy y sin duda del mañana son los grandes empresarios como Bezos, Gates, Musk… Estos multimillonarios tienen una gran deuda con la humanidad, de ella provienen sus fortunas, y por tanto están obligados, en conciencia, a saldarla, poniendo sus millones, al fin que tienen de sobra, al servicio de las grandes causas…
*Universidad Del Valle de Atemajac campus Guadalajara- México