Nuevos reclamos a favor de la liberación del activista nativo americano Leonard Peltier vuelven a llamar la atención sobre lo que se considera como una larga injusticia del sistema penal de Estados Unidos.
Por: Martha Andrés Román
El hombre de 77 años ya pasó más de 46 detrás de las rejas, acusado por la muerte, en 1975, de los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) Jack Coler y Ronald Williams, por lo cual continúa reconocido como el preso político que más tiempo lleva encarcelado en esa nación norteña.
Aunque millones de conciudadanos probablemente desconocen su caso, son numerosas las voces que dentro y fuera de las fronteras estadounidenses exigen la liberación del prisionero, y en las últimas semanas esas demandas se escucharon con más fuerza.
¿QUIÉN ES LEONARD PELTIER?
Nacido el 12 de septiembre de 1944, vivió durante varios años en la Reserva Turtle Mountain, en Dakota del Norte, donde, según refieren diversas fuentes, comenzó a despertar su activismo, tras experimentar la política que buscaba asimilar a los nativos americanos en la sociedad estadounidense y permitía al gobierno federal apoderarse de las tierras tribales.
A finales de los años 60 y principios de los 70 comenzó a participar en el Movimiento Indígena Estadounidense (AIM, por sus siglas en inglés), una organización militante de derechos civiles.
De ese modo, tomó parte en numerosas protestas, incluida la ocupación de la Oficina de Asuntos Indígenas en Washington D.C., en 1972.
Amediados de la década de 1970 él y otros miembros del AIM fueron hacia la reserva india Pine Ridge, en Dakota del Sur, para prestar asistencia en la preparación de actividades comunitarias y ayudar con la organización de la seguridad en el lugar.
Ello ocurrió durante lo conocido entre los nativos americanos como el “Reinado del terror”, un período en el que decenas de personas de esos pueblos fueron asesinadas y cientos resultaron agredidas por una milicia privada alineada con el presidente de Oglala Lakota Sioux, Dick Wilson, quien tenía el respaldo del FBI y de su programa de contrainteligencia.
Fue en ese contexto, descrito por algunos artículos como una guerra del FBI contra el AIM y los nativos americanos, cuando ocurrieron los hechos que llevaron a la encarcelación de Peltier y su posterior condena a dos cadenas perpetuas.
Según la versión de la agencia federal, Williams y Coler, los agentes luego fallecidos, se dirigieron a Pine Ridge el 26 de junio de 1975 para arrestar a un hombre por un delito de robo y cuando llegaron a la reserva se encontraron con un vehículo en el que estaba Peltier y comenzaron a recibir disparos.
El prisionero, sin embargo, sostiene que después de que esos y muchos otros miembros del FBI entraron a la propiedad privada, escuchó tiroteos, agarró su rifle y disparó en dirección de quienes solo después supo que eran agentes federales.
Yo estaba en Pine Ridge ese día, intercambié tiros con las autoridades que nos estaban disparando, pero no maté a esos agentes, declaró en una entrevista con el diario New York Daily News en 2016.
Más de 40 personas participaron en los hechos en los que también perdió la vida un nativo americano llamado Joseph Stuntz, pero ese caso nunca se sometió a investigación.
Peltier, junto a otros dos hombres, fue acusado de la muerte de los oficiales, pero solo él, quien estaba desde antes en el radar del FBI, fue declarado culpable en un juicio lleno de irregularidades, entre ellas declaraciones de testigos coaccionados por la agencia federal.
Años después de la imposición de la condena, se reveló que el gobierno ocultó un informe de balística en el cual se mostraba que los casquillos de bala recogidos en la escena no procedieron de su arma, dijo recientemente su abogado, Kevin Sharp, al portal digital BuzzFeed.
EXIGENCIAS DE LIBERACIÓN
Unido a sus propias declaraciones sobre lo sucedido y a la evidencia que salió a la luz, son muchas las personas –entre ellas líderes mundiales, galardonados con el premio Nobel, políticos y activistas- que reclamaron su excarcelación.
Incluso, el exfiscal James Reynolds, quien supervisó mociones y apelaciones posteriores en el caso, en una carta enviada el año pasado al presidente, Joe Biden, dijo haberse dado cuenta de que el enjuiciamiento y encierro continuo de Peltier “fueron y son injustos”.
Al cumplirse el 6 de febrero 46 años de su encarcelamiento, el presidente pro tempore del Senado, Patrick Leahy, pidió al mandatario libertad para el nativo americano.
Hace tiempo que creo que los indultos y las conmutaciones son herramientas vitales para ofrecer clemencia y alivio, especialmente cuando nuestro sistema de justicia penal ha sido contorsionado para propagar injusticias, sostuvo el legislador.
Reconocidos actores como Susan Sarandon y Danny DeVito también instaron a Biden a excarcelar a Peltier, quien sufre varios problemas de salud.
Tales reclamos se escucharon, asimismo, en las calles de Estados Unidos, con manifestaciones en ciudades como San Francisco, California; Rapid City, Dakota del Sur; Boston, Massachusetts; Fargo, Dakota del Norte; Tampa, Florida; Tulsa, Oklahoma; y Albuquerque, Nuevo México.
Para Jean Roach, sobreviviente del tiroteo de 1975 y codirectora del Comité Internacional de Defensa de Leonard Peltier, la nueva oleada de apoyo a su liberación se siente diferente y más generalizada que las anteriores.
Según manifestó a BuzzFeed, las protestas contra el oleoducto Dakota Access en la reserva india de Standing Rock y el movimiento de justicia racial provocado por el asesinato del afroamericano George Floyd aumentaron la conciencia pública sobre las injusticias históricas y actuales contra los nativos.
“Es hora de que el gobierno de Estados Unidos admita su error en la forma en que ha tratado a su gente. Y que comience por liberar a Leonard Peltier, por devolver nuestra tierra; hay mucho que podrían hacer”, expresó.
*Periodista de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina