Investigadores descubren en la piel de la cebolla una molécula de mayor capacidad antioxidante y antiinflamatoria que cualquier otra que se haya descubierto.
La investigación se inició en 2017 y logró determinar que la molécula benzofuranona (BZF) presente en la cáscara de la cebolla tiene “una potencia antioxidante 1000 veces superior” al polifenol sin oxidar, el compuesto antioxidante que ya se le conocía a la cebolla.
La molécula BZF se encuentra presente únicamente en las capas secas más externas de la cebolla, tanto morada como de la chalota, una variedad de cebolla de menor tamaño consumida principalmente en Francia.
El estudio, realizado por los investigadores de la Universidad de Chile, no recomienda el consumo de la piel de la cebolla, y en una segunda etapa los especialistas indagarán sobre cómo sacar provecho de este elemento en la alimentación.
El hallazgo podría contribuir a tratar enfermedades así como incidir en el campo de la química de los alimentos.
Científicos de la Universidad de Chile analizaron varios vegetales y hortalizas con el fin de estudiar la oxidación de los antioxidantes. Sorpresivamente descubrieron que la cáscara de la cebolla seca contiene un tipo de antioxidante de gran potencia.https://t.co/NH0J8e62xk pic.twitter.com/4lER66vzUf
— La ciencia que somos (@CienciaQueSomos) February 11, 2022
Tomada de www.hispantv.com