¿Qué me llevaré conmigo?

No lo sé. Quisiera ser una cítara, un piano, una guitarra para llevar música y poesía a la otra dimensión.

Por: Francisco Parada Walsh*

Quisiera ser libros y llevar prólogos, historias buenas o malas, pero llevar algo al hermano que me espera en ese inframundo reservado para los comunes, para los criollos y poder hacer grupos de lectura y que sean las diablotas quienes aprendan a leer y dejen de corromper a tantos hombres “perfumados”.

Quisiera ser pintura, no sé qué, si ser un lienzo, un pincel o una acuarela y que, algún amigo que siempre deseó pintar, lo haga, que disfrute, que pinte su vida en mí, que soy su lienzo; quisiera ser paz para que todos aquellos apesadumbrados por los dolores que da la vida, encuentren consuelo, un remanso de amor, de entender que nada depende de ellos y que, en el guión de la película “Vida” todos somos actores, algunos somos apenas “Dobles”, otros, son las estrellas, prefiero ser doble o triple pero nunca una estrella, mi camino y mi luz es tenue, apenas ilumina el camino del perdido, del paria, del invisible y así estoy bien, en ese silencio que dan esos pasos en busca de la vida, no necesito reflectores, no; necesito puertos, y un lejano faro que en la niebla me conduzca hacia la verdad, hacia el mundo de dolores.

Quisiera llevarme alguna esperanza que mi vida será un ejemplo en un paraíso cuando sé que eso no existe, acá he tenido mis dioses y mis diablos, ¿Cuáles son mis dioses? : El dinero, el poder, el ego, la mentira, el robo, la gula, la sexualidad tergiversada, mi color de piel, mi riqueza, mis propiedades, mis títulos (Apenas conservo el de médico, todos los demás los he perdido a propósito, no vine a la vida a que una pared sea la que dé el pecho por mí, solo yo puedo darlo y en el caso del éxito que cual medallas de un general que guarda prisión, prefiero arder en el infierno antes que creerme algo, apenitas algo por papeles que en horas, días o años, serán fantasmas en el tiempo).

¿Cuáles son mis diablos?: Esos dioses son mis diablos, muy diferente son mis diablotas con grandes tetotas y nalgotas, que les gusta bailar, que se inyectan heroína cual heroína de las películas, esas son mis diablas, y con eso me basta.

Siempre creí que mi Dios era una nube blanca, una voz que nubla mis sentidos, una luz destellante que ciega mi alma, que, en mi muerte y resurrección todos mis parientes, conocidos y desconocidos me estarían esperando y viviría eternamente en un mundo de colores y me duele la realidad, nadie espera por mí, nadie y eso debo entenderlo muy bien, quizá como dice Carl Sagan, Neil De Graf y mi Amigo Juan Carlos Cisneros, científico salvadoreño ¡No existe el cielo ni el infierno! Sencillamente cambio mis encomiendas a llevar, serán las plantas que poco a poco invadirán mi ataúd y porque lo deseo sencillo, en meses estaré rodeado de maleza, un ejército de gusanos “orontocos” como les dicen en mi montaña a unos gusanos gordos y crujientes, que cual las tropas rusas avanzan hacia Kiev, así, atacarán todos mis flancos, mis vísceras, mis miserias; no importa, es la ley de la vida, si viví de la tierra, deben otros vivir de mí y así, camina el ciclo de la vida y de la muerte.

Solo deseo que el forense sea un médico  gordinflón, de lentes y que tenga buen humor y cuando esté frente a mis despojos y empiece la disección sea él quien diga: “Cabeza: Vacía. Hueca. Simula a un morro, o a un cántaro. Boca: Grande, hablantín o buen amante. Nariz: Constipada, no hay indicios de consumo de cocaína, solo que aspiraba la música por la fosa nasal izquierda. Ojos: perdidos de tanto escribir, de tanto ver lo que no le importaba. Cuello: Tiene la enfermedad del búfalo, cuello grueso como el pescuezo. Corazón: Hipertrofia de todo el corazón, amó a la vida demasiado. Pulmones: Evidencia de rastros de marihuana, muy pocos. Abdomen: Vacío, posiblemente causa de muerte: Inanición, como muere el mundo, el mundo olvidado. Hígado: De tamaño descomunal, evidencia de alta ingesta de alcohol, parece por el color tinto es por tanto el vino que en vano limpia sus venas. Próstata: Agrandada.

Evidencia de una vida sexual activa en forma desenfrenada. Ejemplo para todos ustedes médicos gusanos, que, se debe morir como murió este señor, vivan desenfrenadamente. Testículos: Como de toro. Ano: ¡Tengo mis dudas!

*Médico salvadoreño

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