La defensa de Derechos Humanos nunca ha sido una tarea fácil, sobre todo en un contexto como el actual, en el que se ha vendido una idea errónea respecto a que estos son exclusivos de un sector poblacional, que se defienden con un interés político partidario o que es un asunto ideado de forma espontánea, obviando, por ejemplo, que los Derechos Humanos son inherentes a la persona humana o que están sustentados en una Declaración Universal proclamada en 1948 por Naciones Unidas.
Como Fundación de Estudios para la Aplicación del Derechos -FESPAD- llevamos casi 34 años promoviendo una cultura de paz, la transparencia, derechos de la población LGBTI, derecho al agua y medio ambiente, entre otros. Todo ello con el afán de contribuir a la construcción de un Estado Constitucional y democrático.
En todo este tiempo hemos realizado balances, informes, y nos hemos pronunciado sobre temas de realidad nacional, independientemente del gobierno en turno. Además de ello, hemos presentado diversas propuestas tanto para reformas a la legislación actual como propuestas de nuevos marcos normativos, buscando así generar aportes desde el derecho y nuestras capacidades técnicas.
Si bien se han tenido actuaciones hostiles en el pasado, provenientes del Estado y particulares, es preocupante que en la actual administración estos ataques hacia defensores-as de DDHH, periodistas y Organizaciones de Sociedad Civil se hayan incrementado.
Como institución consideramos alarmante, particularmente, el constante desprestigio, estigmatización y ataque sistemático a la libertad de prensa y expresión, que según el último informe de APES de enero a abril de 2022 ya sumaba 39 vulneraciones.
FESPAD no ha sido la excepción respecto a estos hostigamientos. Dada nuestra constante actividad pública y acompañamiento a las causas justas, en diversas ocasiones hemos sido víctimas de acoso, declaraciones estigmatizantes, etc.
De enero a la fecha, poco más de 30 ataques directos se han registrado través de la plataforma de twitter, provenientes de cuentas particulares anónimas simpatizantes del actual gobierno e incluso algunas, procedentes del mismo Estado, dirigidos contra FESPAD. Recientemente, como institución hemos conocido sobre acciones de vigilancia hacia nuestras instalaciones, lo cual pone en riesgo a nuestros defensores y defensoras de derechos humanos.
Aunque las agresiones registradas en gran medida se dan en el plano virtual, es preciso alertar a la comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos, y ciudadanía en general sobre el control y amedrentamiento del que estamos siendo objeto.
A pesar de lo anterior, nos mantenemos en la firme convicción de desarrollar nuestro trabajo en defensa de los derechos humanos, empoderando a las comunidades, así como a poblaciones en condición de vulnerabilidad para que también exijan el cumplimiento de sus derechos fundamentales; y denunciando los atropellos a la dignidad humana.
San Salvador, 13 de junio de 2022.