Una diferencia sustantiva entre el trabajo académico y la dinámica de la realidad es que cuando conocemos una publicación en una revista especializada este documento tiene mas de un año de antigüedad y sus referencias probablemente tengan alrededor de 10 años.
Por: Elio Masferrer Kan*
Esta situación puede ser no tan relevante para los historiadores, pero para sociólogos, politólogos y antropólogos en sociedades complejas son fatales.
Existen colegas que para evitarse problemas no salen del área de confort y evitan cuidadosamente dar opiniones, rodeándose de un halo de excelencia académico, sin embargo, cada vez más la sociedad nos reclama análisis y estudios actualizados para la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida pública y del mundo complejo de lo privado. El desafío de los intelectuales es convencer a la sociedad (y a los contribuyentes) que el dinero aplicado a la investigación y la docencia aporta al fortalecimiento de una sociedad democrática.
En esta perspectiva, es importante comprender la dinámica de las fuerzas político religiosos en nuestros países. Hace cuatro años la Fundación Konrad Adenauer, del Partido Demócrata Cristiano alemán financió varios libros colectivos que intentaban explicar el fortalecimiento de los grupos transpentecostales en la política latinoamericana. Los intelectuales invitados se ciñeron al argumento y a los términos de quien financiaba el estudio. Estos documentos fueron retomados por periodistas de investigación y tuvimos un conjunto de investigaciones, artículos especializados y de divulgación que daban cuenta del avance de partidos políticos vinculados a estas iglesias. Nos enteramos así de las estrategias de Jair Bolsonaro, observamos azorados a Jeanine Añez tomar el gobierno de Bolivia enarbolando una Biblia y el éxito de Fabrizio Alvarado en la primera vuelta electoral de Costa Rica ya mostraba una clara tendencia hacia el éxito electoral de los cristianos conservadores.
Estos argumentos implicaban una selección cuidadosa y poco adecuada de los datos de la realidad. El 2019 y el primer año de la pandemia se caracterizó por situaciones no previstas. Lo mas notorio fueron importantes movilizaciones sociales contra el alza de los impuestos y los productos básicos que dieron lugar a importantes movilizaciones sociales que se continuaron hasta la actualidad como resultado de los efectos postpandemia. Otra cuestión importante fueron las movilizaciones de los jóvenes contra el statu quo del mundo creado por los adultos; aparecieron fuertes movilizaciones de los movimientos feministas, de la colectividad LGTTTBQ y los jóvenes se transformaron en una fuerza política y social muy dinámica.
En América del Sur el Opus Dei se consolidó como una fuerza conservadora. Rafael López Aliaga tuvo buenos resultados en Perú y Guillermo Lasso ganó la presidencia de. En los procesos electorales que tuvieron lugar en el contexto de la pandemia se dio la consolidación de fuerzas de izquierda, en diversas variantes (Boric en Chile, Fernández en Argentina, Castillo en Perú, Xiomara en Honduras y Petro en Colombia).
Muchos apresurados se lanzaron a predecir una radicalización del continente, la iglesia católica y los conservadores evangélicos no tuvieron imaginación política, pero las izquierdas deben demostrar que saben gobernar.
Lo que está sucediendo en la base de la sociedad es el surgimiento y consolidación de grupos sociales muy dinámicos, muy espirituales o muy secularizados como los feminismos y de la diversidad sexual, pero esto no alcanza para entender los cambios y las movilizaciones sociales, se consolidan sectores progresistas en las bases católicas que siguen la línea de Francisco y rechazan a los obispos “que no acompañan a sus ovejas”, en el mundo evangélico latinoamericano son cada vez más fuertes los movimientos que retoman las tradiciones anabaptistas de la Reforma Radical y fueron claves en el éxito de las movilizaciones indígenas y populares contra las medidas antipopulares del gobierno de Lasso, asimismo se movilizaron por Petro en Colombia y le agregaron varios puntos porcentuales indispensables para su triunfo en la segunda vuelta electoral. Nada de esto es mencionado por nuestras eminencias intelectuales, pues escapan a los estereotipos que ellos mismos construyeron. La verdad sólo existe cuando explica la realidad.
*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH