Un comercio exterior mermado, alza de precios en productos y servicios y complicaciones para pagar deudas externas son algunos de los daños que sufrirá América Latina a causa de la recesión económica por la que atraviesa Estados Unidos, aseguran en entrevista expertos consultados por Sputnik.
Los síntomas de la enfermedad estadounidense se sentirán en prácticamente todo el mundo, pero en los países latinoamericanos los efectos serán más palpables debido a la cercanía geográfica, a los altos intercambios comerciales entre ambas regiones y a la estrecha relación entre el dólar y las otras divisas del continente.
«Estados Unidos es el capitán que lidera el barco económico latinoamericano. Por eso la situación no será fácil. Viviremos los efectos de la recesión en nuestras economías locales. Los Gobiernos tendrán que hacer ajustes y seguramente se sentirá el desempleo y nos costará más trabajo contener la inflación. Resumiendo un poco, podríamos decir que Estados Unidos estornuda y en América Latina nos resfriamos», asegura Rodrigo Águila, analista financiero chileno y gestor de capitales con estudios en la Escuela de Negocios de Harvard.
El 28 de julio, el Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que el Producto Interno Bruto (PIB) anualizado del país norteamericano disminuyó 0,9% en el segundo trimestre del año, sumándose a la caída de 1,6% del primer trimestre. Esto mete a la economía estadounidense en una fase conocida como «recesión técnica». Un punto importante es que una recesión técnica no es una recesión real porque falta ver la evolución de otros indicadores como el empleo y el consumo. Sin embargo, sí existe un alto riesgo de una crisis económica en toda la extensión de las palabras.
La inflación también es un problema para los norteamericanos. Hace un par de semanas la tasa inflacionaria anual se ubicó en 9,1%, la más alta desde hace 40 años. La última vez que la inflación estuvo a esos niveles, en la década de 1980, la consecuencia directa fue una recesión profunda en Estados Unidos. E igual que ahora, en aquellos años había una crisis energética a causa de la Revolución de Irán y el aumento de precios del crudo en los países productores de la OPEP. Actualmente, el conflicto en Ucrania mantiene los precios de los combustibles a niveles altos y el peligro de un desabasto energético es una realidad.
«Las afectaciones [de la recesión estadounidense] se presentarán, sobre todo, en los países de la región que tengan una estrecha relación comercial con Estados Unidos, ya sea en manufactura, petróleo o alimentos. México, de hecho, será uno de los más afectados. Para este país, las manufacturas representan el 16,6% de su PIB, una cifra importante», explica Irasema Andrés Dagnini, economista de la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) y colaboradora en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Otra nación agraviada puede ser Colombia, desde donde Estados Unidos importa crudo, café y aceite para mezclas de hidrocarburos, señala la experta.
«En Ecuador la relación comercial es más pequeña en valor, pero también [Estados Unidos] les consume bastantes alimentos. Chile es otro país que podría resultar afectado, ya que los estadounidenses le compran alimentos como el salmón, los arándanos, la carne y la naranja», abunda Dagnini.
En el caso de México, desde hace cinco meses, la industria energética mexicana se ha visto beneficiada por el conflicto en Ucrania, que a su vez ha disparado los precios de los combustibles debido a las sanciones de Occidente en contra de Moscú.
Según ha dicho el presidente López Obrador, México ha destinado el 72% de su producción de crudo y combustóleo a las refinerías de Estados Unidos. Con una recesión económica en su vecino del norte, el país latinoamericano podría sufrir consecuencias negativas.
Otra preocupación para los analistas son los países latinoamericanos muy endeudados en dólares, ya que actualmente la divisa estadounidense se muestra bastante fortalecida en un contexto de tasas de interés elevadas no sólo en Estados Unidos, sino en buena parte de la región latinoamericana. Eso podría provocar complicaciones en los pagos de la deuda, ya que los intereses serán más altos.
«El panorama se vislumbra sombrío para casi toda la región. Y en este caso de las complicaciones de las naciones endeudadas, cada país sí tendrá problemas por el incremento del costo financiero porque en general los bancos centrales están aumentando las tasas de interés. Si un país tiene deuda en dólares, es una estrellita negativa para su economía», afirma Dagnini.
El golpe de la recesión económica técnica de Estados Unidos variará de intensidad según las condiciones de cada país
«A diferencia de la Unión Europea, en América Latina cada nación tiene su propia divisa. La economía no está unida por un mismo tipo de cambio. El desarrollo económico chileno no tiene nada que ver con el brasileño, el argentino o el chileno. Las afectaciones variarán según la estabilidad económica de cada nación y la fortaleza de su divisa», explica Águila, ex miembro activo de la Interactive Advertising Bureau (IAB) de Chile.