El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que Estados Unidos intenta prolongar el conflicto en Ucrania, mientras alimenta las potenciales pugnas en otras regiones del mundo, con el fin de «mantener su hegemonía».
En ese sentido, Putin reiteró que Occidente, por su parte, con fines hegemónicos, «ha preparado al pueblo ucraniano para el destino de carne de cañón» y «hace la vista gorda ante la propagación de la ideología neonazi».
Como uno de los más reciente intentos de Washington por socavar la seguridad de otros Estados, el dignatario mencionó la polémica visita de la presidenta de la Cámara de Representantes del país norteamericano, Nancy Pelosi, a Taiwán, la cual tachó de «una provocación cuidadosamente planificada».
«No es solamente un viaje de un solo político irresponsable, sino que forma parte de una estrategia deliberada y premeditada de la Casa Blanca para desestabilizar y provocar caos en la región y en el mundo”, enfatizó.
Putin exaltó que actuando de esta manera, las élites occidentales intentan distraer la atención de sus propios ciudadanos de los agudos problemas socioeconómicos, y así trasladar sus fracasos a otros países como Rusia o China.
Al respecto, destacó que Moscú y Beijing defienden sus puntos de vista, mediante la construcción de una política de desarrollo soberana, sin someterse a los dictados de las élites supranacionales.
Igualmnete, agregó que el Occidente colectivo intenta extender a la región de Asia-Pacífico su sistema de bloques similares a la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Europa. «Para ello, se están formando agresivas alianzas político-militares como Aukus», precisó.
El presidente de la nación euroasiático consignó que para reducir las tensiones en el mundo y «superar las amenazas y los riesgos en el plano político-militar», es fundamental «reforzar el sistema de un mundo moderno multipolar», basado en «el derecho internacional» y «relaciones más justas».
Dicho sistema, de acuerdo con Putin, ofrece nuevas oportunidades para «hacer frente a amenazas comunes», entre las cuales figuran los conflictos regionales y la proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo y la ciberdelincuencia.
Rusia, por su parte, seguirá colaborando con sus socios «para mejorar los mecanismos de seguridad internacional existentes y crear otros nuevos, velaremos por nuestros intereses nacionales, así como por la protección de nuestros aliados, y daremos otros pasos hacia un mundo más democrático en el que se garanticen los derechos de todos los pueblos y la diversidad cultural y civilizatoria», expresó Putin. (PL)