Nuevamente reflexionamos sobre la predica de Monseñor Romero, quizá porque en estos momentos que vivimos, como que el mensaje y la palabra de aquel hombre que dijo la verdad y que combatió los abusos de los poderosos. En un país en el cual se estaban dando las condiciones subjetivas y objetivas para un levantamiento armado. Se hace acuciante y necesaria la voz vibrante de un santo, profeta y mártir.
Por: Igor Iván Villalta Sorto*
Una de las frases que considero sirvieron para orientar a la población sobre los vientos que asomaban en el horizonte de nuestro país, que no eran nada más que vientos de cambio, de los cambios estructurales que necesitaba y necesita la sociedad salvadoreña, con el fin de caminar sobre otros derroteros que no sean el hambre, la miseria, la explotación y la ignorancia. En la que una clase oligárquica y retrograda nos ha sumido desde los tiempos en que se fundó la República de El Salvador.
Si en los tiempos de Monseñor Romero, en donde la opresión y el poder absoluto devenía de las clases oligárquicas que controlaban el poder económico, del estamento militar que ejercía la represión en contra de todo aquello que podía otorgar poder a las clases populares y disputar el poder a los oligarcas, además de cuestionar el accionar del imperio norteamericano como soporte de esos poderes opresivos.
Monseñor Romero surge como una voz históricamente disonante de lo que había significado para el país la curia católica. Los oligarcas al percibir que los cambios se anunciaban y venían caminando a paso firme, cuando en las calles los jóvenes gritábamos a todo pulmón “el socialismo viene y nadie lo detiene”
Ante toda esta convulsión social, la clase dominante se asusta. Peligran sus privilegios, peligra el poder hegemónico de los Estados Unidos en la región, peligra todas aquellas acciones impunes en las cuales se decía quién podía seguir con vida o quien debía morir. La comunidad internacional reacciona ante las palabras del arzobispo. Sus largas y agradables homilías son retomadas en el país y en todo el mundo, sus enseñanzas que explican el compromiso del cristiano que no puede ser únicamente darse golpes de pecho en la iglesia. Si no, el verdadero compromiso cristiano.
Este pensamiento se resume en la siguiente frase: “porque sería cómodo, no hacer nada, ni decir nada ante tanta abominación. Pero no sería cristiano, ni moral” Considero que en esta frase se resume el compromiso del cristiano, que no puede ser únicamente quedarse en el rito, rezar, ir a misa o al culto, se trata de una iglesia que acompaña que vive.
El compromiso del cristiano es “vivir con la iglesia” y vivir con la iglesia en esos momentos y en los actuales, es ser empático con quien sufre porque le tienen a su hijo, hermano o padre injustamente preso en un penal. El cristiano es empático, se pone en los zapatos del otro, vive su duelo, su desconsuelo, trata de socorrerlo o ayudarlo. Muchas veces con darle una palmadita en el hombro y decirle estamos con vos, es una gran ayuda.
En este sentido observamos como pastores de la actualidad justifican las injusticias, el abuso, la represión. Cuando “El hermano Toby Jr.” Pide paciencia a todos aquellos que han sido capturados y que purgan cárcel injustamente, que únicamente se trata de un privilegio que se les ha dado para que ellos conviertan a los demás reos. Los invita a tener paciencia, que todo esto pasará y que luego saldrán de la cárcel y volverán al seno de la familia, que únicamente se trata de daños colaterales inevitables.
El sacerdote Juan Vicente Chopin, reflexionando sobre las palabras del mencionado hermano Toby. Expresa que debemos tener cuidado cuando justificamos un hecho a todas luces injusto. Debido a que todo tiene un Karma, y que si se defiende la injusticia terminará siendo una maldición para nosotros. El hermano Toby, también hablaba que podía ser consecuencia de una mala reunión. Bueno y entonces como queda el escándalo desatado por su persona al llevar a dos reconocidos pandilleros a su programa de televisión, en años anteriores. ¿Debería el hermano Toby, afrontar la justicia terrenal por ese hecho?
Por otro lado, debemos recordar que el término “daño colateral” fue un término acuñado por los militares en la invasión en Irak, y trae una gran carga ideológica y política ¿pero que es el daño colateral? Es la muerte de civiles en los conflictos bélicos. En Irak el daño colateral en siete años fue de 100,000 civiles muertos. Para algunos el daño colateral del régimen de excepción en nuestro país. Lleva ya, como 200 muertos y la destrucción, la pena y la angustia de numerosas familias, que se agolpan en los centros de detención en busca de alguna señal de sus seres queridos.
En una oportunidad, momentos después de ser atacada la embajada americana, los guardias que custodiaban el recinto acribillaron a balazos a un transeúnte que se dirigía a su trabajo. Relataba Monseñor Romero en su homilía. Al señor se le encontraron unas naranjas, visiblemente no se trataba de un terrorista como lo afirmaban las fuentes gubernamentales, se trataba de un hombre que se dirigía a su trabajo.
Y para terminar expresa, monseñor Romero, una frase de Voltaire: “Es mejor exponerse a absolver a un hombre culpable que condenar a un inocente”
*Biólogo investigador