No es un voto cualquiera lo que está en juego en El Salvador, es el voto de miles de personas en el exterior. Es el sufragio que por ley aprobada por la Asamblea Legislativa el 18 de octubre de 2022 pudiera tener un peso sustantivo en los destinos del país.
Por: Luis Beatón
Hasta el 6 de febrero del presente año, el Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN), daba cuenta de que existían 792 mil 404 salvadoreños en el exterior registrados para poder votar en las elecciones de 2024, aunque en algún momento de este cacareado ajetreo el presidente de la Asamblea Legislativa (Parlamento), Ernesto Castro, dijo que podría alcanzar un millón.
Esa cifra tiene una notable importancia tomando como referencia que el ente rector de los comicios, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), informó que hasta el 9 de enero de 2023 estaban registrados para votar seis millones 118 mil 947 personas.
Hasta el 20 de mayo, los magistrados del TSE (cinco fijos e igual número se suplentes) no se ponían de acuerdo, pese a los apremios de tiempo sobre la empresa que debía trabajar en poner a punto el mecanismo que se aplicaría en el voto y la auditoría del proceso, incluyendo los resultados.
En medio de un ambiente de sospechas, manipulación y amenazas, los mecanismos para la ejecución del voto en el exterior de los salvadoreños en las elecciones de 2024 estaban a esa fecha lejos de aprobación, aunque era previsible que el lunes 22 se dieran pasos, demorados pero que resultarían en despejar dudas.
Ya pasan varias semanas y todo lo relacionado con la selección de la empresa que creará el mecanismo para el sufragio electrónico y presencial, y la auditoría del mismo, se encuentra en el mayor misterio en medio de dimes y diretes de los miembros del TSE, de la Asamblea Legislativa y de las toldas políticas.
Cuál es la discordia, se preguntan pobladores ante la falta de información que de fe de la transparencia del proceso.
Hasta ahora, hay diferentes versiones sobre el impasse en contratar la empresa que implemente el voto electrónico un asunto crispante que refleja un enfrentamiento a la interno del foro que debe regir los próximos comicios. Algunos fuentes alertan que «hay gato en encerrado» en un proceso costoso y que muchos atacan por ser proclive a un fraude monumental.
Los más recientes informes indican que el TSE pospuso la discusión sobre la contratación del voto electrónico para próximo lunes 22 de mayo en la tarde, luego de no ponerse acuerdo el jueves último y suspender el contacto el viernes, pese a los apremios de tiempo que fijan que el sistema para el voto y las auditorías debe estar listo el 3 de junio.
Eso será una tarea monumental para la empresa que sea seleccionada ya que debe crear el mecanismo, realizar pruebas y ensayos a un proceso que muchos ponen ahora bajo el microscopio dadas algunas denuncias de que se puede estar propiciando el ambiente del fraude y la manipulación del voto, en favor de quién?. Eso es algo que nadie afirma pero si hay sospechas.
El apremio es grande pues la empresa que sea seleccionada debe realizar pruebas y ensayos del proceso para lo que apenas cuenta con dos semanas. La selección es un asunto complicado partiendo que se hará una contratación directa, no habrá competencia entre los que quieren desarrollar el proceso, lo cual supone el surgimiento de dudas sobre qué se mueve por debajo de la mesa.
Informes filtrados del TSE coinciden en la existencia de dos propuestas de dos empresas «finalistas», la primera sería Evoting Solutions, un consorcio conformado por Cybernetica AS, Mühlbauer ID Services GMBH y la salvadoreña Data & Graphics, y la otra, la española Indra Soluciones Tecnologías de la Información.
Al parecer Evoting Solutions tiene el mayor respaldo, algo que, presuntamente, es bloqueado por la presidente del TSE, Dora Martínez, que se descanta por la firma española y aseguró esta semana en su cuenta en Twitter que se necesita transparencia porque «no es un centavo» el que está en juego. El presupuesto para el voto exterior asciende a 58, 9 millones dólares.
Citada por el diario El Mundo, una fuente dijo que algunos magistrados sospechan que la posición de la presidenta de atrasar la votación para que Nuevas Ideas, partido del presidente Nayib Bukele, quien aspira a reelegirse pese a que muchos consideran que su propósito viola la Constitución, cuestione al TSE y trate de cambiar a algunos magistrados para tener correlación a favor de la postura de la presidenta que está allí a propuesta de esa agrupación.
El Foro regente de los comicios está conformado por cinco magistrados propietarios, tres propuestos por los partidos o coaliciones que hayan obtenido el mayor número de votos en la última elección presidencial (Gana, Arena y FMLN) y dos propuestos por la Corte Suprema de Justicia.
Ya diputados de Nuevas Ideas, a estas alturas del proceso, amenazan con «golpear» al TSE y llevarlo a las posiciones que puedan favorecer sus intereses políticos, sostienen medios de prensa locales, que no descartan «movimientos» de sus integrantes.
Mientras están planteados nuevos cuestionamientos entre opositores y organizaciones de la sociedad civil, en los próximos días pudiera consumarse algo que debe demostrar en la práctica que no fue un robo a la voluntad popular.
«Este es el inicio del fraude electoral que se está propiciando para las elecciones de 2024″, aseguró hace semanas el diputado de ARENA, César Reyes, quien criticó la exclusión de los partidos políticos en la vigilancia del sistema de voto por internet.
En una elección normal, tradicional, hay mucha gente de partidos viendo, hay observadores internacionales, pero en un voto electrónico remoto, ¿quién lo va a auditar?», señaló la diputada de Vamos, Claudia Ortiz.
A los problemas del voto en el exterior se suma que no existe un padrón electoral certificado sobre los que emitirán su voto, algo que según la ley es ilegal.
Para evitar «un proceso engorroso», los diputados de Nuevas Ideas también eliminaron la necesidad de crear un padrón de votantes en el extranjero, algo que es catalogado por la oposición como «un potencial fraude».
En 2024, los salvadoreños en el exterior participarán en la elección de Presidente de la República y Asamblea Legislativa, un proceso que resultará histórico si se concreta, y que mostrará la influencia de ese sufragio en los resultados. Estimados indican que más de la quinta parte del voto del país puede venir del exterior. Por ley los que residan en el exterior podrán ejercer el voto electrónico remoto durante 30 días consecutivos, del 6 de enero al 4 de febrero de 2024.
Mientras se mantiene el retraso aumentan las interrogantes y crecen las suspicacias que serían innecesarias si se cumplieran los plazos. Evidentemente, estiman analistas, algo huele mal, hay un «tufo» en lo que hasta ahora es una desafortunada preparación para que los salvadoreños ejerzan un derecho soberano.