“Nunca abuses del poder humillando a tus semejantes, porque el poder termina y el recuerdo perdura”, Benito Juárez
Por: Igor Iván Villalta Sorto
El poder sobre las cosas o sobre los seres humanos, ha provocado debate y conflicto a la largo de la historia de la humanidad, el controlar territorios y decidir la vida de otros ha sido una de las aspiraciones humanas exhibidas por milenios. El poder seduce, corrompe y si es “absoluto” corrompe absolutamente.
Las políticas imperiales han cometido actos deleznables en contra de poblaciones enteras, pero hasta estos grandes imperios han caído corroídos por los abusos, los cambios en las coyunturas económicas, sociales y políticas. Así vemos que cayeron las monarquías y dieron paso a otras formas de gobierno debido a la insostenibilidad de estas formas de gobierno monárquico-religioso. En pleno siglo XXI aún conservan poder debido a que existe cierta nostalgia de cuando fueron poderosas fuerzas imperiales.
El considerar que se cuenta con poder absoluto lleva a excluir al otro, a que lo que piense o sienta el otro no importa, estas formas autoritarias de gobernar gustan a muchos, hasta que se ven directamente afectados por los acontecimientos. A veces el ciudadano confía demasiado en el líder hasta llegarlo a considerar un enviado divino.
Adoptamos posiciones estoicas y cómodas ante los acontecimientos, renunciamos a nuestros derechos y deberes ciudadanos, consideramos que los poderosos tienen todos los saberes y avalamos sus fines y objetivos. Aunque posteriormente estos nos puedan afectar.
Un ejemplo es la guerra civil que vivimos en la década de los ochentas, en donde los combates se suscitaban en la campiña, los pobladores de las ciudades vivían cierta normalidad, por consiguiente muchos adoptaron la falsa idea de que se encontraban vacunados de cualquiera afectación provocada por de la guerra.
El triste despertar para todos fue la ofensiva final hasta el tope, en donde tuvieron que vivir la guerra en toda su dimensión y tragedia. Debieron observar sus residencias tomadas por la guerrilla, incluso en las zonas exclusivas, soportar desvelo, terror, bombardeo, desalojo, la muerte de familiares – alcanzados por proyectiles- en sus propias viviendas.
La dictadura militar, apoyada por los Estados Unidos, se consideraba infalible e inamovible, poseían el gran poder que proporcionan las armas, el necesario financiamiento que requiere mantener una larga guerra, todo el apoyo político del imperio. Los Generales -supuestos conductores de la guerra-, se mostraban impasibles ante los hechos y acontecimientos. Pero de un momento a otro todo cambió y para los Estados Unidos mantener una guerra que ya no cumplía con los objetivos de detener y contener el avance del comunismo perdió sentido y lógica política.
Y de repente los generales se vieron sin poder y cuestionados por la población y el mundo entero, muchos tuvieron que buscar refugio en otros países, otros no pueden abandonar el país debido a que serán sometidos a juicios por crímenes cometidos contra la humanidad.
Al observar los sucesos en África, en donde la población sufre de una secular pobreza, producto de la explotación y saqueo de sus recursos naturales. Hasta llegar al colmo de exhibir en el cetro de la Reina Isabel II un diamante encontrado por una niña en Sudáfrica, uno de los más caros del mundo, simbolizando el espolio del imperio ingles a todo el continente africano.
Y son precisamente estos acontecimientos históricos los que permitieron que países como Níger, se encuentre en pie de lucha contra Francia, que depende mucho del uranio que le proporciona esa nación para mantener su generación eléctrica con base a energía nuclear.
Se acusa a Rusia de tener que ver con el reciente golpe de estado en Níger, pero debemos tomar en cuenta que los pueblos guardan mucho resentimiento sobre el trato recibido por los europeos y sus políticas coloniales. No así de Rusia o China, estos casos se están volviendo sintomáticos en todo el planeta. Por tanto, no es de extrañar que estos países busquen apoyos en otras potencias que les puedan servir de contra parte, con el fin de buscar alejamiento de los poderes coloniales. Lamentablemente estos movimientos políticos y militares presagian graves conflictos en el África subsahariana.
Un caso similar se observa en nuestra América Latina en donde los recuerdos del cincuenta aniversario del golpe de estado y posterior asesinato del presidente constitucional de Chile (Salvador Allende) sigue golpeando las conciencias de muchos que vieron a Salvador Allende como una forma de socialismo democrático que podría ser ejemplo para muchos países pobres. Aún duele el asesina del canta autor chileno Víctor Jara, ejemplo de lucha y compromiso social, que con su muerte logró profesionalizar la defensa de los derechos humanos en todo el planeta.
Este lastre histórico cargado por el imperio es algo que no puede desprenderse, el haber impuesto sucesivas dictaduras militares que cometieron grandes abusos en contra de la población civil no se puede, ni se debe olvidar. La lucha contra todos aquellos que pretendan instalar nuevamente cualquier tipo de dictadura en nuestros países debe ser combatida.
Por esta razón vemos como el actuar de los Estados Unidos en América Latina es distinta, ahora los golpes son suaves, se utiliza el aparato jurídico para perseguir a ciudadanos incómodos a las élites amenazándolos con cárcel, pero no olvidemos que “violencia engendra violencia”.
*Biólogo investigador
