La emigración en El Salvador, reflejo de una política fracasada

La emigración es producto de una política de estado fracasada y que en 2023 alcanzó una nueva dimensión pese a la negativa oficial, afirmó el candidato presidencial por el Frente Farabundo Martí, Manuel “El Chino” Flores.

Por: Luis Beatón*

Irse a buscar medios de subsistencia al exterior, principalmente a Estados Unidos, se convirtió en un escape al que recurren muchos de los 3,1 millones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria moderada o grave en el país, acotó el político al citar datos de agencias de Naciones Unidas.

“El mayor logro de todos los gobiernos, su mayor éxito fue la migración, no les importó generar empleos en el país, volverlo productivo y aparte de productivo, competentes. La gente se va, y cada gente que se va es un logro para el gobierno, porque lo ven como una carga menos y una opción de remesas”, declaró a Prensa Latina.

Mientras el tema migratorio se mantiene como rehén político en Estados Unidos, para miles de hogares en El Salvador es una salida desesperada a las muchas crisis locales.

En días recientes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos, informó que en octubre pasado sus uniformados detuvieron cada día a poco más de 200 salvadoreños cuando trataban de ingresar ilegalmente por la frontera sur sin determinar la cifra de los que logran entrar.

Durante octubre los arrestos se elevaron a siete mil 250, cifra que niega Washington, mientras afirma que, la inmigración está descendiendo, tras el reparto de migajas con programas de visados de trabajo.

Por ejemplo, la memoria de labores de la Cancillería local presenta detalles sobre los tres mil 312 beneficiarios del programa con Estados Unidos de junio de 2022 a marzo de 2023. Del total, un 33 por ciento de las visas se otorgó a mujeres y un 67 por ciento a hombres.

Los datos indican que seis de cada 10 seleccionados tenían de 26 a 45 años de edad; 28 por ciento rondó de 18 a 25 y un nueve de 46 a 66.

Hay un contraste notorio entre los que entran de forma legal y los que lo hacen en un recorrido por Guatemala y México, a veces en solitario y otras veces en caravanas que están expuestas a bandas criminales que trafican con el dolor humano y a la persecución de las autoridades de ambos países cada vez más presionadas por la Casa Blanca.

La suma de arrestos en octubre 2023 representa un incremento de 11 por ciento en comparación con igual etapa de 2022, aprehendieron seis mil 69 salvadoreños que avanzaban en busca de mejores oportunidades para mantener a familias que quedaron atrás entre lamentaciones y esperanzas.

No obstante, lo que destacó octubre en cuanto a arrestos no fue lo máximo, pues un mes antes, en septiembre, el total de detenciones en la frontera sur sumó siete mil 550, una cifra un poco mayor y que muestra la tendencia migratoria creciente.

Según las autoridades estadounidenses, en los primeros 10 meses de este año el número de arrestos fue de 52 mil 304 salvadoreños y sin embargo, los principales voceros del gobierno dicen que la emigración hacia el vecino del norte baja.

En Casa Presidencial no se escucha el lamento de los miles de compatriotas que recurren al éxodo como salida a sus problemas de hambre y de falta de oportunidades, denuncian los opositores, y por el contrario ante el alza de detenciones en septiembre y octubre mantienen su discurso de descenso que se contabilizó en el año fiscal 2023 (61,515) con relación al periodo fiscal 2022 (97,030).

Sobre este tópico, la diputada opositora por el Frente Farabundo Martí, Anabel Belloso, al igual que otras fuentes, atribuye la crisis migratoria a la falta de oportunidades, en especial en el campo salvadoreño, afectado por situaciones climáticas adversas y carencia de apoyo oficial y políticas efectivas.

«El Gobierno minimiza o incluso llega a decir que la gente ya no se está yendo del país, pues no quieren afectar la imagen que construyen a pura propaganda. Sin embargo, la realidad es otra, y la gente sale del país por falta de oportunidades”, opinó la parlamentaria.

Al negarlo no abona nada en la formulación de políticas públicas para evitar la salida de la gente, que principalmente son por la crisis en la economía de las familias. Y tampoco se abona para atender y garantizar procesos de migración seguros, puntualizó.

Otros como Claudia Ortiz, del partido Vamos, no se quedan cortos al identificar la pobreza, la desigualdad y la violencia como causas de éxodo.

“Vivimos en un país contradictorio: donde se gastan millones para dar una apariencia de prosperidad hacia el exterior (por ejemplo Miss Universo 2023), pero en el que a la gente le cuesta cada vez más sobrevivir», destacó.

El Salvador fue el segundo grupo de indocumentados en la nación norteña de 2017 a 2021 con 800 mil personas, según un informe publicado por el Centro de Investigación Pew, solo superado por México que contabilizó 900 mil.

Los salvadoreños viven mayoritariamente en los estados de California (32 por ciento), Texas (14), Maryland (ocho), Nueva York (ocho) y Virginia (siete). Maryland y Virginia, cercanos a Washington, la capital, donde también constituyen un importante núcleo poblacional.

Pew encontró que en el nivel regional, El Salvador se ubica por encima de Guatemala que sumó 700 mil migrantes no autorizados, y Honduras, de donde llegaron 525 mil. En conjunto los tres países sumaron unos dos millones de indocumentados, es decir, casi 20 por ciento del total de migrantes irregulares.

La migración cuscatleca continúa y seguramente continuará mientras el problema de falta de oportunidades de vida digna sea un sueño, pero no una realidad para la mayoría de las personas en El Salvador, opinó Oscar Chacón, Director Ejecutivo de Alianza Américas.

El dato de la CBP indica que los salvadoreños que viven en la sombra suman 2.2 millones de personas, los cuales tienen el temor de ser apresados y deportados a su país, donde probablemente volverán a los caminos peligrosos para retornar a Estados Unidos.

Eso se apuntala en que desde el 1 de octubre de 2020 hasta el 30 de septiembre de 2023 más de 255 mil salvadoreños fueron apresados en la frontera sur estadounidense, incluidos 42 mil 120 menores no acompañados, muchos de los cuales fueron abandonados por coyotes y traficantes.

Según algunos analistas y economistas, la inmigración se convirtió en una gran “industria” que de cierta forma incentivan los gobiernos.

Por ejemplo, en El Salvador, el envío de remesas o ayudas a familiares compite con el volumen de las exportaciones.

Datos del Banco Central de la Reserva (BCR) indican que las ayudas recibieron los salvadoreños en los primeros seis meses del año ascendieron a casi cuatro mil 20 millones de dólares en el primer semestre del año superaron el monto de las exportaciones ascendentes a poco más de tres mil 400 millones de dólares en bienes y servicios.

Para 2023, el pronóstico indica que ingresarán ayudas superiores a los ocho mil millones de dólares, mientras algunos siguen apostando a la marcha hacia el “norte” para alcanzar el llamado sueño americano.

Respecto al llamado “sueño americano”, autoridades resaltaban que salvadoreños en el exterior invirtieron 603 millones de dólares en su país pero, habría que preguntarse cuántos de los miles que se esconden en la sombra de la ilegalidad podrán dar ese paso.

Mientras tanto, se escuchará el lamento de la voz de miles de familias al ver partir a sus seres queridos hacia un mundo de sombras para mejorar su existencia.

*Corresponsal jefe de Prensa Latina en El Salvador

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