La vida y la felicidad en esta vida bajo cualquier sistema político dependen directamente de cuanta de nuestra individualidad (frente a la multitud) retenemos y en qué medida nos despojemos de manipuladas ilusiones.
Por: Bob Livingston
Cuanto más nos encontramos inmersos en la mente de las masas (la multitud), más manipulados estamos y en más dependientes de la autoridad (el gobierno) nos convertimos. Cada idea central de esta nebulosa cosa llamada sociedad es calculada para llevarnos al dependiente rebaño sin mente, con respuesta automática a la autoridad.
A menudo, ponderamos por qué nos acercamos más y más al autoritarismo total, independientemente de por quien votemos. La simple, pero irreconocible, respuesta es que estamos inconscientemente manipulados. Nacemos en un sistema que prescribe nuestros procesos de pensamiento, a partir de las primeras palabras que aprendemos. A medida que crecemos en adultos, se llega a un estado de existencia y evolución mental donde estamos encadenados con un sistema sutil e invisible del mito y el contra-mito.
Podemos estar y estamos encarcelados con nuestras mentes. Nos imaginamos la felicidad como existimos dentro de los confines de nuestros parámetros mentales prescritos. De hecho, vivimos nuestras vidas físicas y nunca nos acercamos a la libertad de elección. Es imposible tomar decisiones cuando todas las opciones son prescritas por el sistema – opciones que nos canalizan al servicio del Estado.
Ningún estadounidense en un millón descubre que vive bajo el engaño y la ilusión y que está victimizado por el poder de palabras y frases repetidas. Nuestras vidas y bienes son saqueados, simplemente porque no sabemos que no lo sabemos. Nuestro sistema de pensamiento nos esclaviza mucho más que lo haría un ejército conquistador.
Me he preguntado durante años por qué sólo unas pocas personas han escapado de la red, mientras que millones nunca lo hacen. Aparentemente hay algún gen o un filtro que permite a algunas personas ver las verdades y superar su condicionamiento. Se les otorga el coraje de enfrentarse a la multitud y para resistir las burlas y la opresión que viene de oponerse a la sabiduría convencional.
La creación de la mente de las masas y/o conciencia de las masas es el arma secreta de la élite gobernante. cuanto más se sumerge la mente de uno en la multitud, por supuesto, más se pierde la individualidad y la independencia de pensamiento. Cuanto más nos convertimos en una parte de la multitud, más dependientes nos volvemos de la autoridad. Y cuanto más dependientes nos volvemos, más a la defensiva estamos cuando se presenta nueva información contraria a la «sabiduría convencional». En pocas palabras, el síndrome de la multitud nos inocula contra la realidad. Sí, creo que el fenómeno psicológico de la conciencia de grupo es una estrategia creada para el control de la población. Ciertamente parece ser un sistema de protección blindada para la élite, que por todas las definiciones son los enemigos naturales de las personas.
¿Qué es exactamente la conciencia grupal? La conciencia grupal son todas las enseñanzas de la «hermandad» en todas sus formas y expresiones. Cuando nuestros pensamientos dominantes están centrados sobre el grupo en lugar de en nuestro propio ego o individualidad, que se han integrado psicológicamente en la mente de las masas. Por lo tanto, dependemos necesariamente del sistema. Esta es una sutil y sofisticada estrategia de control de las personas que permite a la autoridad invisible manipular a las masas a su antojo. Es, por otra parte, hiper-individualismo que escapa del sistema mental junto con el control autoritario.
¿Por qué la élite son los enemigos naturales de la gente? La élite son una parásita clase dominante a través de la manipulación mediante la propaganda. Son no productores, y ellos no pagan nada de lo que ellos obtienen. Crean dinero imaginario (números), y lo utilizan para simular hacer el pago de bienes y servicios. Camuflan su fraude con «impuestos sobre la renta» y el doble discurso sobre la deuda nacional y los presupuestos equilibrados.
El poder policial está en manos de la élite para que los gobiernos modernos se puedan definir en una sola palabra: fuerza.
En virtud del hecho de que la élite (el gobierno y los banksters -gánster bancarios-) tienen el poder de crear dinero, toda la riqueza fluye lejos de los productores a los no productores. El dinero moderno (insustancial) expropia la riqueza. Traducido, esto significa simplemente que una clase de personas roba perpetuamente de la otra clase. Esto los convierte en enemigos naturales.
Si tu «compras» mi trabajo y mis bienes y servicios con el dinero que tu creas (conseguido de la nada), me estás robando. Este sistema es la causa de todos los males políticos y sociales en Estados Unidos y el mundo, pero está escondido con la oratoria política y la benevolencia hipócrita del bienestar.
El sentido común le dice a cualquier mente sobria que la clase política no puede darte nada, excepto lo que te roba a ti. Esto es claramente un hecho de la realidad, pero la multitud hipnotizada no tiene sentido de causa y efecto. Esto sólo puede explicarse por el hecho de que la multitud (las personas) se encuentran en un estado de hipnosis y, por lo tanto, no poseen el control consciente de sus mentes.
La hipnosis masiva no es sólo un estado de estupor, sino un sistema bien definido de modificación del comportamiento y el control absoluto. La gente en un estado alterado de conciencia actuará en contra de sus intereses y disipará su energía mental y física en los mitos y contra-mitos políticos. Mientras que, en un estado de hipnosis o comportamiento aprendido, la obvia estupidez y autonegación se convierte en «políticamente correcto». Para la mente consciente, esto es una locura y confunde la comunicación entre el hipnotizado y la persona consciente. La mayoría de vosotros habéis experimentado esta anomalía al tratar de comunicaros con la gente que os rodea. Lo que es obvio para ti es invisible para aquellos bajo hipnosis.
Cada vez menos personas tienen algún imperativo cognitivo para cuestionar el sistema, ya que la hipnosis y el comportamiento aprendido se transfieren de una generación a otra. Falsas creencias son autoperpetuadas y se alimentan de unos a otros. Cuantas más generaciones aceptan los mitos, más se fortalecen. La religión en el sentido genérico es un ejemplo muy clásico de esto. La religión es un sistema psíquico manipulador (fenómeno).
Tal como el magnetismo y la electricidad tienen un positivo y un negativo, la amoralidad necesita la moralidad. La amoralidad depende de la moralidad. Los políticos y los gobiernos son amorales. Ellos no podrían existir sin la abnegada moralidad del pueblo.
En otras palabras, los ladrones y los políticos no se alimentan mutuamente. Ellos se alimentan de las personas honestas o personas con moralidad. Por ejemplo, cuando se entra en un «tribunal de justicia» y jura decir la verdad, el sistema está utilizando tu moral para condenarte y enredarte. Eso explica por qué hay leyes en contra de mentir a agentes del gobierno que investigan crímenes reales y percibidos.
Todo esto es un recordatorio de que las próximas elecciones políticas no traerán ningún beneficio a las personas – independientemente de cuál de las partes tenga el poder – más de lo que las elecciones políticas pasadas o elecciones políticas han tenido para varias generaciones pasadas.
