Dos mujeres, un bebé: Desafíos y Posibilidades en la Reproducción Asistida

La reciente noticia sobre dos mujeres que participaron en la gestación intermitente de un mismo bebé ha suscitado diversas reacciones.

Por: Fabian Acosta Rico*

Este fenómeno, facilitado por el método invocell en Mallorca, España, permite que el embrión sea transferido de una madre a otra durante los primeros días de gestación. Aunque algunos han especulado sobre el fin de la necesidad de los hombres en el proceso reproductivo, es crucial analizar con detenimiento la complejidad y las implicaciones éticas de estos avances científicos.

Azahara y Estefanía, las madres del bebé Derek, optaron por este innovador tratamiento no por problemas de fertilidad, sino por su deseo de compartir la maternidad desde el inicio. El procedimiento es similar a la fecundación in vitro, donde un óvulo es fertilizado por un espermatozoide para convertirse en un cigoto. Sin embargo, la particularidad radica en que el embrión es transferido de una madre a otra, permitiendo una experiencia compartida de la gestación.

Aunque esta noticia ha capturado la atención, es importante no perder de vista que existen diversas razones detrás de la creciente preocupación por la fertilidad. Muchas parejas enfrentan desafíos para concebir debido a la disminución en la producción de células reproductivas masculinas. Esta baja puede atribuirse a múltiples factores, como enfermedades venéreas, defectos congénitos y hábitos de vida poco saludables.

En la búsqueda de soluciones, la ciencia ha emprendido diferentes caminos. Por ejemplo, el laboratorio francés Killestem anunció en 2015 la creación de espermatozoides funcionales a partir de células madre masculinas, un hito en el combate contra la infertilidad masculina. Este procedimiento experimental, denominado Bio-AlteR, implica cultivar células madre reproductivas para convertirlas en espermatozoides. Sin embargo, este enfoque aún se encuentra en fase experimental.

Un avance aún más radical proviene de científicos japoneses que lograron crear células germinales humanas a partir de sangre de mujer. Este logro plantea la posibilidad de que una mujer pueda reproducirse sin la necesidad de la contribución genética masculina, generando un clon genético de sí misma. Este tipo de avances despiertan debates éticos sobre la edición genética y la posibilidad de prescindir completamente de la participación masculina en la reproducción.

En este contexto, Japón ha considerado proyectos de ley que abrirían la puerta a la edición genética en embriones con fines científicos. Aunque estas propuestas han generado controversia, podrían allanar el camino para manipulaciones genéticas más extensas en el futuro.

En resumen, la historia de Azahara y Estefanía, así como los avances científicos mencionados, destacan la evolución de la reproducción asistida y las diversas opciones disponibles. A medida que la ciencia avanza, surgen nuevas posibilidades, pero también plantean preguntas éticas y sociales. La reproducción humana está en un momento de transformación, y la sociedad debe abordar estos cambios con sensibilidad y reflexión.

En última instancia, la capacidad de gestar intermitentemente un embrión entre dos mujeres o la generación de espermatozoides a partir de células madre abren puertas a un futuro donde la función reproductiva del sexo podría redefinirse. Sin embargo, es esencial abordar estas cuestiones con responsabilidad y considerar las implicaciones éticas, sociales y legales que acompañan a estos avances científicos. La ciencia puede ofrecer nuevas perspectivas, pero la sociedad debe decidir cómo navegar por estos territorios desconocidos.

*Universidad del Valle de Atemajac campus Guadalajara – México

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