La importancia de la empatía y la comunicación asertiva en la educación superior, una mirada desde el desarrollo profesional docente
Por: Oscar Antonio Alvarado Escobar*
Introducción
En este ensayo se pretende tratar dos aspectos importantes en el desarrollo profesional, específicamente en lo relacionado con las habilidades blandas; entendidas estas en palabras de Castillo (1951) como aquellas aptitudes personales que permiten a los individuos interactuar de manera efectiva y armoniosa con otros en diversos contextos, como el laboral, educativo o social. Estas habilidades suelen incluir la comunicación asertiva, la empatía; las cuales serán abordadas desde el punto de vista del desarrollo profesional sin embargo hay otras habilidades como el pensamiento crítico, trabajo en equipo, adaptabilidad o resiliencia. Son fundamentales para el éxito personal y profesional de un individuo, ya que le ayudan a relacionarse y colaborar de manera efectiva con sus pares y superiores
Desarrollo
Sin duda en la actualidad el docente debe de ser integral en todos los sentidos, es aquí donde cabe la importancia de este ensayo en relación con las habilidades blandas en áreas de educación, en este sentido se plantea las habilidad blanda titulada comunicación asertiva, para Goleman (1996) menciona que es una herramienta fundamental en la labor docente, ya que permite establecer una comunicación efectiva y respetuosa con los estudiantes, padres de familia y colegas; agregando a este planteamiento podemos decir que ser un docente asertivo implica expresar nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades de manera clara y directa, sin agredir ni ser agredido, buscando siempre llegar a acuerdos y soluciones satisfactorias para todas las partes involucradas. Otra habilidad blanda a tratar es La empatía, según Brackett (2013) la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de comprender sus emociones y necesidades. En el ámbito educativo, la empatía es fundamental para establecer una relación positiva con los estudiantes, fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo y promover un desarrollo integral en estos.
Para aplicar de forma efectiva la comunicación asertiva en el ámbito educativo, es importante tener en cuenta algunos principios básicos. En primer lugar, es fundamental ser conscientes de nuestros propios pensamientos y emociones, para poder expresarlos de manera adecuada. Además, es importante escuchar activamente a nuestros interlocutores, mostrando interés por sus opiniones y respetando su punto de vista, cabe menciona que un docente asertivo tal como lo afirma Marrero (2018) es aquel que tiene la capacidad de comunicarse de manera efectiva con los estudiantes, establecer límites claros y respetuosos, y enseñarles a los alumnos a hacer lo mismo entre ellos.
Otro aspecto clave de la comunicación asertiva en el ámbito educativo es aprender a dar y recibir feedback de forma constructiva. Esto implica expresar nuestras críticas y sugerencias de manera clara y respetuosa, así como estar abiertos a recibir críticas y sugerencias por parte de nuestros colegas y estudiantes.
Además, es importante tener en cuenta el lenguaje verbal y no verbal que utilizamos en nuestra comunicación. Debemos ser conscientes de nuestra expresión facial, gestos y tono de voz, ya que estos también transmiten mensajes a nuestros interlocutores.
En cuanto a la relación con los estudiantes, la comunicación asertiva nos permite establecer límites claros y firmes, sin caer en la autoridad autoritaria. Es importante ser firme en nuestras decisiones, pero también flexible y abierto al diálogo. De esta forma, fomentamos un ambiente de respeto mutuo y colaboración en el aula.
En relación a los padres de familia, la comunicación asertiva nos permite establecer una relación de colaboración y confianza, en la que ambas partes puedan expresar sus inquietudes y expectativas de manera abierta y constructiva. Esto facilita la participación de los padres en la educación de sus hijos, lo que puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico y el desarrollo personal de los estudiantes.
Un docente que aplica la empatía de forma efectiva es aquel que se preocupa por conocer a sus alumnos, escuchar sus inquietudes, comprender sus situaciones individuales y adaptar su enseñanza a las necesidades y estilos de aprendizaje de cada uno. Esto implica tomar en cuenta la diversidad de experiencias, capacidades y contextos de los estudiantes, y trabajar en conjunto para superar los obstáculos y alcanzar los objetivos educativos.
Para ser un docente empático, es importante practicar la escucha activa, mostrar interés genuino por los estudiantes, ser flexible en la planificación y evaluación de las actividades, y brindar apoyo emocional cuando sea necesario. Además, la empatía implica ser consciente de los propios prejuicios y limitaciones, y estar dispuesto a aprender y crecer junto con los alumnos.
La empatía en la educación no solo beneficia a los estudiantes, sino también al docente, ya que permite establecer una relación de confianza y colaboración, mejorar el clima en el aula, fomentar la motivación y el compromiso de los alumnos, y promover un ambiente de respeto y tolerancia.
Conclusiones.
En conclusión, la comunicación asertiva es una herramienta fundamental en la labor docente, ya que nos permite establecer relaciones de respeto mutuo, colaboración y confianza con los estudiantes, padres de familia y colegas. Aplicarla de forma efectiva en el ámbito educativo requiere de práctica y constancia, pero sus beneficios a largo plazo son incuestionables en todos los niveles educativos.
Además, la empatía es una habilidad fundamental en la labor docente, que permite entender y atender las necesidades de los estudiantes de manera efectiva, promover un aprendizaje significativo y contribuir al desarrollo integral de los estudiantes. Por lo tanto, es imprescindible que los docentes practiquemos la empatía en nuestro trabajo diario, para crear un ambiente educativo inclusivo, respetuoso y enriquecedor para todos.
Referencias Bibliográficas.
Marrero (2018). El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós.
Goleman, D. (1996). La inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
Brackett, M. A., et al. (2013). El desarrollo de estrategias de regulación emocional en el aula. Revista de Psicología Educativa, 19(1), 213-227.
*Doctorando en American Andragogy University (AAU)