Disminuye pobreza en Colombia

En este país, tan dado a amplificar lo negativo, es clave destacar la noticia de la reducción de la pobreza. Y no fue menor. En efecto, según el DANE, en el 2023 la pobreza monetaria se presentó en el 33 % de la población, lo que representa una reducción de 3,6 % frente al 36,6 % que mostró el 2022.


Por: Patricia Lara Salive


E so significa que 1’600.000 personas salieron de esa condición; es decir que tienen un ingreso superior a los $435.375 mensuales. Y la pobreza extrema se redujo del 13,8 % al 11,4 %, lo que implica que hoy hay 1,1 millones menos de colombianos en esa situación; esto es que viven con menos de $218.846 al mes. Este es un claro cambio de tendencia, porque en 2022 la pobreza había aumentado levemente.

Según Andrés Giraldo, director del Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, citado por este diario, “los resultados son muy buenos (…) Cuando uno se pone a mirar cuál es la fuente de esos ingresos, es una excelente noticia que los hogares del quintil más bajo de la distribución hayan tenido incrementos de ingresos (…) de 10 %. Y también es importante la fuente de esos ingresos, que en ese mismo quintil fue el ingreso laboral. Es decir, la gente está trabajando”.

Y César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, también citado por este diario, manifestó: “Hay que destacar mucho el papel del empleo: los ingresos laborales fueron el principal motor de la reducción en pobreza. El año pasado hubo un incremento de las personas ocupadas y esto irriga sus beneficios en la población más vulnerable. El empleo es fuente de superación de pobreza”. Pero, además, es importante destacar que, según el informe del DANE, la disminución de la pobreza se dio en todo el territorio, y fue muy significativa en el campo donde, tradicionalmente, la pobreza ha sido más difícil de reducir.

Y es de suponer que la tendencia positiva en la disminución de la pobreza continúe, ya que, cuando se hizo la medición, eran pocas las ayudas que el Departamento de Prosperidad Social les había entregado a los más pobres, situación que debe cambiar este año.

Así pues, que la disminución de la pobreza sea un motivo de celebración para Colombia, a diferencia del triste final de la Copa América, no por el magnífico desempeño de nuestra selección, que dio ejemplo de lo positivo que resulta el trabajo en equipo hecho con disciplina y devoción a una causa, sino por el pésimo comportamiento de cientos de hinchas que, a diferencia de las más de 60.000 personas que pagaron sus boletas para ver el partido, destruyeron instalaciones y se enfrentaron a golpes con los guardias de seguridad.

Sin embargo, lo más grave no fueron los desmanes y el carcelazo contra el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, sino la generalización de que eso ocurrió porque “los colombianos somos violentos y salvajes”. No, en este país hay una inmensa mayoría que trabaja y vive honestamente. Como explica Henry Murrain, Ph. D. en Ciencias Humanas y Sociales, colaborador del exalcalde Antanas Mockus en cultura ciudadana, esa generalización es muestra de homoetnofobia, término inventado por él para designar la peor forma de racismo, que consiste en referirse con desprecio al propio pueblo pero, claro, excluyéndose a sí mismo. Y esa homoetnofobia lleva, paradójicamente, a que esos malos comportamientos, que en apariencia se quieren combatir, se expandan.

Fuente: El Espectador

 

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