El ejercicio de 12 semanas es más eficaz contra la depresión que los fármacos habituales

Ni terapia psicológica ni los medicamentos habituales para tratar la depresión. Un estudio australiano indica que hay algo que puede ser incluso más eficaz en algunos casos: hacer ejercicio.

U nos 970 millones de personas en el mundo, una de cada ocho, padece un trastorno mental según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se cree que para 2030 serán la primera causa de discapacidad.

La depresión es uno de los más prevalentes. De hecho, la misma OMS estima que un 5% de la población adulta sufre este trastorno (en especial las mujeres, con un 6% de casos frente a un 4%) y que ha aumentado mucho a partir de la pandemia. Un estudio de 2021 publicado en la prestigiosa revista The Lancet indica que únicamente en 2020 se incrementaron cerca de un 30% los casos de depresión.

Existen muchos tratamientos distintos para la depresión, desde los medicamentos hasta la terapia psicológica, pero hay algo que tal vez no se suele tener tan en cuenta, pero que resulta muy efectivo según ha demostrado un estudio australiano: el ejercicio físico.

El ejercicio como terapia para la depresión

Investigadores de la University of South Australia han llevado a cabo la revisión más completa de todos los estudios hechos hasta la fecha sobre el efecto del ejercicio en la salud mental y en total incluye los casos de 128.119 participantes. Sus hallazgos, publicados en British Journal of Sports Medicine, son muy claros: la actividad física es extremadamente beneficiosa para mejorar los síntomas de depresión, ansiedad y angustia.

De acuerdo con los autores, el ejercicio debería ser un pilar fundamental en el control de la depresión que complemente la terapia psicológica o el tratamiento farmacológico.

A qué personas con depresión beneficia más el ejercicio

Los investigadores vieron que hay determinados grupos para los que practicar ejercicio físico resulta especialmente beneficioso: las mujeres embarazadas y durante el postparto, las personas aparentemente sanas y en personas diagnosticadas con VIH o enfermedad renal.

Así, podríamos decir que practicar actividad física es un aliado tanto en la depresión postparto, como en casos de depresión asociadas a enfermedades graves y también en personas sin patologías previa.

La rutina de ejercicio más beneficiosa en la depresión

Los resultados del estudio indican que hacer ejercicio físico de forma regular durante 12 semanas (o incluso menos) es suficiente para empezar a notar cambios en los síntomas de depresión.

Pero ¿qué tipo de ejercicio es mejor? De acuerdo con los investigadores sería un ejercicio de alta intensidad, con ráfagas de duración corta y media. Sin embargo, el Dr. Ben Singh, primer firmante del estudio, aclara que «todos los tipos de actividad física y ejercicio resultaron beneficiosos, incluido el ejercicio aeróbico como caminar, entrenamiento de resistencia, Pilates y yoga».

«Es importante destacar que no se necesita mucho ejercicio para lograr un cambio positivo en su salud mental», subraya.

Por qué el ejercicio tiene efecto antidepresivo

Investigaciones anteriores ya han visto que el ejercicio se asocia a un aumento de unas sustancias denominadas endocannabinoides que produce nuestro propio cuerpo y que tienen un efecto parecido al del cannabis, tanto analgésico como antidepresivo.

Correr, uno de los deportes con más efecto antidepresivo, activa el sistema endocannabinoide que modula el metabolismo energético, la inflamación, el dolor y la biología cerebral. De hecho, algunos corredores experimentan una sensación que se conoce como «euforia del corredor».

Un estudio de 2021 llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Nottingham apunta a que el motivo de que el ejercicio mejore el sistema endocannabinoide interno hay que buscarlo en la microbiota, el conjunto de bacterias que habita nuestro intestino. Al practicar deporte, aumentan las bacterias que producen butirato y disminuyen otras (Collinsella) que causan inflamación. Esto favorecería la producción de endocannabinoides. Así, el sedentarismo (y una alimentación rica en ultraprocesados) favorecería el efecto contrario: aumentaría la inflamación y disminuiría los endocannabinoides.

Fuente: Sabervivir

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