Multitudinaria marcha blanca y el quiebre de la unidad sindical

El pasado sábado 19 las calles de San Salvador se vieron de nuevo anegadas por el pueblo, que, reunido en torno a representaciones sindicales, espetaron al régimen su rechazo por todas las irregularidades que promueve.


Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*


S i bien esta marcha fue para promover el debate que supone desfinanciar a salud en el siguiente ejercicio presupuestario como propone el régimen, no solo este sector estuvo representado, también otros, producto de la unidad intersectorial en defensa de los intereses populares.

Sin embargo, una de esas representaciones, que previamente había asegurado su participación como unidad intergremial, fue la docente, quebrándola a horas de iniciarse la marcha.

La noche anterior al evento, las gremiales magisteriales a excepción del Frente Magisterial, retiraron su apoyo a esta gesta y no asistieron.

El sector magisterial debemos señalar, se caracterizó hasta los 90´s, por mantener una sola representatividad sindical, lo que le asegurara una fortaleza incontestable de frente al poder militar dominante de la época, y que tradujo para el magisterio como sector, progresos incontestables que marcaran el final de su época de oro, y que concluyó cuando los representantes gremiales de sector se vendieron, también al gremio, con arreglos bajo la mesa, en el gobierno de otro corrupto, Francisco Flores.

El coste que supuso para el sector aquellas coimas, fue además de la pérdida de unidad que antes ostentó, por extensión de una serie de retrocesos para este, entre las cuales destaca su sujeción a las afp´s.

Un poco de historia.

Hasta los 80’s, ser educador suponía pasar por las Normales de Educadores, escuelas donde se forjó a generaciones de docentes caracterizados por su entrega y vocación.

Esos fueron los días dorados para la educación salvadoreña, que generará un prestigio no igualado desde entonces, y que todo bachiller de la época puede confirmar, pues era reconocido también en otras latitudes, entre las que podemos señalar Norte América y la península ibérica.

Sin embargo, aquello no fue acompañado con elementos como la seguridad laboral o el sistema de seguridad social y en salud, que se conquistaron finalmente no sin graves sacrificios, pues fueron muchos los docentes que fueran martirizados por los regímenes militares y civiles de derecha, para alcanzarlos.

tristemente, a pesar de los logros que siempre supuso la unidad para la historia magisterial, al perderla el sector docente ha sido reducido por la mediocridad formativa, anulada su inferencia pública, limitándole a apenas ser operario de esas maquilas, las escuelas y colegios, donde el ejercicio pedagógico se limita a una elemental memorización sin interpretación y consecuente comprensión, promoviendo desde esta misma y para el beneficio de las élites gobernantes, generaciones de analfabetas cognitivos, con habilidades y capacidades castradas o reducidas a meras ludopatías, para así fortalecer el modelo represor que se nos ha impuesto.

Así, los que abandonaron esta gesta no solo dejaron una marcha, abandonan a nuestro pueblo al que se deben, colocándose ante la historia en el papel de vulgares mercenarios.

Indigno.

*Educador salvadoreño

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