Por: Miguel A. Saavedra.
Imagina que en una edición revisada de The Art of the Deal, («El Arte de Negociar»). Donald Trump, reflejando su experiencia como presidente en su segundo mandato, escribe: «En toda negociación, hay que poner contra las cuerdas al oponente. Si lo ves débil, acábalo y arrástralo hasta que no quede nada que tomar; pero si se defiende y quiere opinar, escúchalo —déjalo pensar que tiene una salida— y luego, cuando baje la guardia, no pierdas la oportunidad de volverlo a arrinconar hasta que sea tuyo».
Esta frase, aunque hipotética, destila el enfoque visceral y estratégico que Trump ha perfeccionado desde sus días como magnate inmobiliario hasta su liderazgo en la Casa Blanca en 2025.
En el escenario actual: Juego de escenarios.
Pese a que líderes mundiales y los expertos del mundo empresarial han advertido a Trump sobre sus planes arancelarios. La amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles a Canadá y México finalmente se materializó este marte 5 de marzo, provocando una onda expansiva en los mercados mundiales. en marzo de 2025, y Trump enfrenta una renegociación crítica con México sobre migración y comercio transfronterizo. Basándonos en esta «cita», su estrategia podría desarrollarse así:
Poner contra las cuerdas al oponente: Trump inicia con una jugada dura, anunciando en X que impondrá sanciones económicas a las exportaciones mexicanas de aguacate y autopartes —dos pilares de su economía— a menos que México triplique las deportaciones de migrantes en la frontera. México, con una economía aún tambaleante tras la pandemia y dependiente del mercado estadounidense, se ve inmediatamente bajo presión.
Mientras que el primer ministro de Canadá, Justein Trudeau declaró: «Debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos, los estadounidenses pagarán más por los alimentos, la gasolina y los automóviles, y potencialmente perderán miles de empleos. Los aranceles perturbarán una relación comercial increíblemente exitosa. Violarán el mismo acuerdo comercial que negoció el presidente Trump en su último mandato».
Si lo ves débil, acábalo y arrástralo: Si la presidenta Sheinbaum titubea u ofrece una respuesta tibia (digamos, un aumento modesto de patrullas fronterizas), Trump percibe esa debilidad y va por todo: exige no solo las deportaciones, sino también la instalación de bases estadounidenses temporales en la frontera para «supervisar» el cumplimiento, «arrastrando» a México a una posición de sumisión mientras los aranceles empiezan a morder.
Si se defiende y quiere opinar, escúchalo: Pero supongamos que México contraataca, amenazando con restringir el paso de gas natural a Texas o convocando a una coalición latinoamericana para presionar a EE.UU. en la OEA. Trump, fiel a su táctica, «escucha»: invita a Sheinbaum a una cumbre en Washington, le da espacio para exponer sus demandas —quizá un fondo binacional para desarrollo fronterizo— y asiente en público, proyectando disposición al diálogo.
Sin perder la oportunidad de volverlo a arrinconar: Sin embargo, tras la cumbre, Trump no cede terreno. Usa la pausa para rearmar su ofensiva: filtra a la prensa que México «se rindió» en privado y anuncia que, si no hay avances en 30 días, los aranceles subirán al 30%. Así, convierte la «escucha» en una trampa, arrinconando nuevamente a México cuando menos lo espera.
Contexto más amplio.
Y mientras Trump desata guerra comercial con nuevos aranceles son miles de empleos en EE. UU. los que están en riesgo
Este enfoque no es hipotético en su esencia; refleja el Trump que en 2018-2019 renegoció el NAFTA, presionando a Canadá y México hasta que cedieron en puntos clave como lácteos y acero. En 2025, con un Congreso dividido y una economía global frágil, esta táctica de «arrinconar, escuchar, rematar» podría ser su arma principal contra rivales como China (en comercio) o incluso aliados como la OTAN (en aportes de defensa). Sin embargo, el riesgo sigue siendo el mismo: si el oponente no se quiebra —si México, por ejemplo, encuentra apoyo en Brasil o la UE—, el juego de Trump podría volverse en su contra.
La exportación de la tesis magister a admiradores globales y América Latina.
El impacto de esta filosofía de negociación trasciende las fronteras de Estados Unidos. Trump ha exportado, consciente o no, esta «tesis magister» a una red de admiradores en el mundo, pero especialmente en América Latina, donde líderes como Javier Gerardo Milei (Argentina), Nayib Bukele (El Salvador), Daniel Noboa (Ecuador) e incluso, sorprendentemente, Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) han adoptado elementos de este manual en su gobernanza cotidiana. Estos «súbditos admiradores», como podrían llamarse en un tono coloquial, ven en el estilo de Trump un modelo de liderazgo pragmático y autoritario que resuena con sus propios contextos.
Milei: El presidente argentino, conocido por su retórica disruptiva, aplica el «poner contra las cuerdas» al enfrentarse a los sindicatos y al FMI en 2025. Si los ve débiles, los «acaba» con reformas draconianas; si resisten, «escucha» en público, solo para luego «arrinconarlos» con decretos sorpresa.
Bukele: En El Salvador, Bukele lleva esta táctica a la seguridad. Presiona a las pandillas con operativos masivos; si ceden, las «arrastra» con encarcelamientos masivos; si negocian treguas, las «escucha» temporalmente antes de volver a golpear, consolidando su control. Y además aprovecha a darles el mismo tratamiento a los opositores políticos y los movimientos que se pronuncian por sus medidas.
Noboa: El joven presidente ecuatoriano usa esta lógica contra el narcotráfico: amenaza con militarizar puertos, «acaba» con los cárteles débiles mediante confiscaciones, y «escucha» a los fuertes solo para preparar una ofensiva mayor.
Lula: Más inesperado, Lula, en su giro pragmático de 2025 tras años de polarización, adopta un enfoque trumpiano con el Congreso brasileño. Presiona a la oposición con proyectos populistas; si flaquean, los «arrastra» a su agenda; si resisten, negocia públicamente antes de «arrinconarlos» con maniobras políticas.
Otros líderes fuera de América Latina, como Viktor Orbán en Hungría o Narendra Modi en India, también parecen tomar The Art of the Deal como un manual implícito, adaptando su mezcla de presión, oportunismo y teatralidad a sus realidades. En este sentido, la tesis de Trump no solo guía su propio mandato en 2025, sino que se ha convertido en una especie de evangelio político para quienes ven en la negociación un combate donde el más fuerte —o el más astuto— siempre gana.
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Referencias consideradas:
>Trump, D. J., & Schwartz, T. (1987). The Art of the Deal. Random House.
Este es el texto fundacional donde Trump detalla sus tácticas de negociación, como «pensar en grande», «usar la ventaja» y «presionar hasta ganar». Frases como «me gusta probar a la gente» o «si te dan una apertura, aprovéchala al máximo» son la base de la paráfrasis hipotética que interpretamos («arrinconar, escuchar, rematar»). Sirve como referencia primaria para entender su filosofía y compararla con su actuación en 2025.
>Kogan, E. (2019). «Trump’s Negotiation Style: Coercive Diplomacy in Action.» Journal of International Relations Studies.
Relevancia: Este artículo académico examina el estilo de negociación de Trump durante su primer mandato, destacando su enfoque coercitivo y oportunista. Ejemplos como la renegociación del NAFTA muestran cómo «arrincona» a oponentes débiles (México y Canadá) y «escucha» estratégicamente antes de imponer términos. Es un puente entre el libro y su aplicación política actual.
>»Trump busca la colaboración de Nayib Bukele contra la inmigración y alaba su ‘ejemplo’ en Latinoamérica» – El País US, 24 de enero de 2025.
Este artículo reporta una llamada entre Trump y Bukele en 2025, donde Trump elogia su «liderazgo» en seguridad y migración. Bukele ofrece cárceles para deportados, reflejando cómo adopta el estilo de Trump de «acabar y arrastrar» (mano dura contra pandillas) y «escuchar» (colaboración táctica con EE.UU.), mostrando su influencia directa.
>»De Milei a Bukele, líderes de derecha en América Latina inspiran gobierno Trump» – Gazeta do Povo, 24 de enero de 2025.
Este reporte destaca cómo Milei y Bukele son vistos como modelos por la administración Trump, con Milei aplicando presión económica radical («arrinconar» al FMI) y Bukele ofreciendo soluciones de seguridad. Subraya cómo estos líderes han exportado y adaptado la tesis de Trump como «manual de gobernanza», con ejemplos concretos de sus políticas.
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