España, ¿ante una inédita coalición de izquierdas?

Tras el rechazo a la investidura del socialista Pedro Sánchez en la votación de esta semana en el Congreso de los Diputados de Madrid, las negociaciones entre socialistas y la izquierda radical de Podemos se apuran de cara a la votación definitiva con la expectativa de formar el primer gobierno en coalición de la historia del país pese a sus notables diferencias respecto a cuestiones tan sensibles como el futuro de Cataluña.

Negociaciones contrarreloj para que esta semana España tenga su primer gobierno de coalición de la Historia. Tras el primer «no» a la investidura del socialista Pedro Sánchez en la votación, los contactos entre su formación, ganadora de las últimas elecciones en abril y la izquierda alternativa de Unidas Podemos se multiplican para apurar un acuerdo que salve al país de unas hipotéticas nuevas elecciones para el mes de noviembre que harían peligrar un gobierno progresista.

El analista político y doctor de la Universidad Complutense Rafael Sánchez nos explica lo que ha sido hasta ahora este complejo proceso de negociaciones que pudo desatacarse desde que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dio un paso atrás en sus intenciones de entrar en el gobierno: «las encuestas reflejan que el PSOE mejoraría resultados en caso de repetirse las elecciones, pero al mismo tiempo hay un factor de riesgo porque las encuestas no son infalibles. En la estrategia del PSOE sí que ha estado asumir ese riesgo de no llegar a un acuerdo con Unidas Podemos, porque en su caso ese riesgo es menor. En todo el proceso de negociación ha habido un doble juego: el PSOE ha intentado imponer sus criterios en cuanto a vetar la entrada de Pablo Iglesias pero también con la mirada puesta en esa posible repetición de elecciones. Mi impresión es que se llegará a un acuerdo para la votación».

Podemos habría lanzado en las últimas horas varias muestras de estar dispuestos a llegar a un acuerdo y varios medios españoles apuntan a un ofrecimiento por parte de los socialistas de una vicepresidencia. Una negociación para un gobierno de coalición que sería inédito en España y que hasta hace sólo unas horas los socialistas se esforzaban en negar como posible. Unidas Podemos insistió en que quieren ministerios con contenido para «desarrollar políticas con carteras sociales» y «una propuesta realista». Un giro negociador que confirmaba la vicepresidenta en funciones, la socialista Carmen Calvo tras la primera votación que acabó rechazando la investidura de Sánchez. Para esa primera votación, a Sánchez le hacía falta una mayoría absoluta de 176 votos pero  sólo obtuvo 124. Esta semana necesitará de una simple.

Negociación tardía

La coalición tiene dos ingredientes explosivos que producen temor en ciertos sectores socialistas: las diferencias respecto a la cuestión catalana, para la que Podemos había sido favorable hasta ahora a un derecho a la consulta de los catalanes respecto a su futuro y el llamado «efecto Salvini», es decir, que miembros con peso político de Podemos entren en el gobierno y hagan sombra a Sánchez, emulando lo que pasa en Italia con su Ministro del Interior.

La negociación empezó en el último momento, después de 80 días perdidos, y si se remata lo hará en el último suspiro.  Todos tenían presiones en todos los sentidos. Pero las que apretaban a favor del acuerdo se hicieron por un día más fuertes. Esta semana será clave.

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