El diagnóstico de menopausia se confirma cuando una mujer no ha tenido un período menstrual durante un año entero, sin embargo, los síntomas de la menopausia generalmente aparecen antes del final de ese periodo. Estos son los síntomas:
Períodos irregulares
Los cambios en el patrón menstrual son los primeros síntomas notables de la menopausia. Algunas mujeres pueden experimentar la menstruación cada 2 a 3 semanas; otras no menstruarán durante varios meses seguidos.
Baja fertilidad
La perimenopausia es el período de 3 a 5 años antes de la menopausia. Durante la etapa perimenopáusica, los niveles de estrógeno de una mujer disminuirán significativamente.
Sequedad vaginal
La sequedad, picazón e incomodidad de la vagina tienden a ocurrir durante la perimenopausia. Como resultado, algunas mujeres pueden experimentar dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales; esto ocurre debido a la disminución de los niveles de estrógeno que causan atrofia vaginal.
Sofocos
Un sofoco es una sensación repentina de calor en la parte superior del cuerpo. Puede comenzar en la cara, el cuello o el pecho, y avanzar hacia arriba o hacia abajo. La piel puede ponerse roja y desigual, y es posible comenzar a sudar.
Problemas urinarios
La menopausia puede interrumpir el ciclo urinario de una mujer. Las mujeres tienden a ser más susceptibles a las infecciones del tracto urinario durante la menopausia, como la cistitis. También pueden descubrir que también necesitan ir al baño con más frecuencia.
Cambios emocionales
Pueden experimentar depresión y bajo estado de ánimo durante la menopausia. Los cambios hormonales pueden desencadenar sentimientos depresivos y cambios de humor.
Otros efectos
Otros síntomas de la menopausia incluyen: acumulación de grasa en el abdomen, que a veces conduce al sobrepeso y la obesidad, pérdida de cabello y adelgazamiento del cabello o contracción mamaria.
Sin tratamiento, los síntomas generalmente disminuyen en un período de 2 a 5 años. Sin embargo, los síntomas pueden persistir por más tiempo. En algunos casos, la sequedad vaginal, la picazón y la incomodidad pueden volverse crónicas y eventualmente empeorar sin tratamiento.
