En 2020 el mundo celebra el centenario del nacimiento del escritor y futurista estadounidense de origen ruso Isaac Asimov. Te invitamos a ver algunas de las profecías más impresionantes del gran visionario.
En su artículo Visita a la Feria Mundial de 2014, publicado en el periódico The New York Times en 1964 , el también profesor de bioquímica y autor de obras maestras como Yo, robot, El hombre bicentenario o Fundación imaginó cómo serían las tecnologías del futuro. ¡Apostamos a que algunas de sus predicciones te van a sorprender!
La invención del smartphone
«Las comunicaciones serán audiovisuales, de modo que podrás ver y oír a la persona a la que llamas por teléfono.
La pantalla puede usarse no solo para ver a la persona a la que llamas, sino también para estudiar documentos y fotos y leer pasajes de libros», escribió el genio de la ciencia ficción.
Suena familiar, ¿no? Ahora utilizamos smartphones para ponernos en contacto con nuestros seres queridos en todo el planeta. Además, nos ofrece posibilidades infinitas de adquirir conocimientos a través de internet, que el propio Asimov calificó de «enormes bibliotecas donde cualquier persona puede hacer cualquier pregunta y tener una respuesta o un material de referencia».
La robótica
El propio término robótica salió de las obras de Asimov. De hecho, él fue el creador de las tres leyes de la robótica y quien predijo que las máquinas inteligentes ayudarían a los seres humanos en sus tareas del hogar, aunque no serán «ni comunes ni muy buenos». Al mismo tiempo, cada persona ya tiene un su casa máquinas inteligentes como aspiradora o máquina de café, capaces de realizar cada vez más tareas.
«Las cocinas serán diseñadas de tal modo que serán capaces de preparar autocomidas, calentar agua y convertirla en café, tostar pan, freír, escalfar o preparar huevos revueltos. Almuerzos y cenas completas, con comida semipreparada, se almacenarán en los frigoríficos, listos para ser procesados», destacó.
Al mismo tiempo, señaló que «una gran parte de la población se verá privada de los artilugios del futuro».
La conquista de Marte
El autor de Marte, el planeta rojo sugirió que para 2014 naves no tripuladas «habrán aterrizado» en el cuarto planeta del sistema solar, «aunque ya se estará trabajando en enviar una expedición con humanos».
En septiembre de 2019, el fundador y director general de la empresa SpaceX, Elon Musk, presentó al público el prototipo de la nave espacial Starship, con la que quiere colonizar Marte en las próximas décadas. Por su parte, el fundador de Amazon y Blue Origin, Jeff Bezos, explicó que primero es necesario colonizar la Luna, ya que «ir a Marte sin una base permanente en la Luna sería lo mismo que la misión de Apolo: lo hicimos, lo celebramos y luego tuvimos unos 50 años de nada».
En cuanto a las misiones no tripuladas, como Curiosity, Opportunity o Spirit, ya han cumplido con las expectativas del destacado escritor.
Dispositivos inalámbricos
«Los electrodomésticos en 2014 no tendrán cables eléctricos y obtendrán su energía de baterías de larga duración basadas en radioisótopos», escribió Asimov.
Pese a que muchos dispositivos ya no tienen cables, requieren una carga. Al mismo tiempo, ya existen baterías a base de desintegración nuclear —aunque todavía no están disponibles a nivel doméstico— capaces de proporcionar energía para decenas de años.
Aburrimiento, la epidemia del siglo XXI
En su artículo de 1964, Asimov sugirió que la humanidad «sufrirá terriblemente de aburrimiento, una enfermedad que se extenderá cada año y ganará en intensidad», algo que podría tener «serias consecuencias mentales, emocionales y sociológicas».
«Me atrevo a decir que la psiquiatría será la especialidad médica más importante en 2014», subrayó el novelista.
Alrededor de 450 millones de personas de todo el mundo padecen alguna enfermedad mental, como depresión (más de 300 millones), trastorno afectivo bipolar (alrededor de 60 millones) o esquizofrenia y otras psicosis (21 millones), entre otros trastornos, afirma la Organización Mundial de la Salud.
Cabe señalar que la depresión —que es la cuarta enfermedad más común en el mundo— afecta más a la población de los países desarrollados.
