Los investigadores han descubierto el mayor centro computacional del cerebro: se aloja en las dendritas de las neuronas piramidales de la corteza y es capaz de procesar problemas complejos sin el concurso de otras células nerviosas.
Las neuronas humanas individuales pueden ser dispositivos computacionales mucho más potentes de lo que se pensaba, según un nuevo estudio que ha descubierto una actividad eléctrica desconocida en las dendritas neuronales.
Al final de una neurona, los apéndices en forma de árbol llamados dendritas envían y reciben señales electroquímicas, que juegan un papel crítico en la forma en que el cerebro recopila información para determinar sus próximas acciones. Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Science, revelan una actividad eléctrica compleja en las dendritas de las neuronas piramidales humanas. Esa actividad eléctrica es completamente diferente a la que existe en el resto de células nerviosas.
Lo que apreciaron los investigadores, más concretamente, es que en las neuronas de la corteza existe un potencial de acción mucho más rápido y potente del que presentan otras neuronas. Un potencial de acción es una onda de descarga eléctrica que viaja a lo largo de la membrana celular modificando su distribución de carga eléctrica. Es una capacidad esencial para la vida que sirve para llevar información, especialmente, entre neuronas (sinapsis).
El potencial de acción descubierto en las numerosas neuronas piramidales de la corteza cerebral humana está situado dentro de cada dendrita, lo que según los investigadores permite a estas neuronas desarrollar operaciones complejas sin necesidad de recurrir al concurso de neuronas de otras partes del cerebro.
Esta compleja actividad eléctrica desvela que el poder de procesamiento de información del cerebro humano es mucho más potente de lo que se creía hasta ahora y que es esa actividad eléctrica extra la que nos permite comprender y resolver problemas complejos.