Este lunes, 3 de febrero, los ojos del pueblo estadounidense están puestos en Iowa. Este pequeño Estado rural del Medio Oeste es el primero en votar en las elecciones primarias que determinarán el candidato de cada partido para la elección presidencial de noviembre. Pequeña guía para comprender cómo funcionan estas internas.
– ¿Qué significa «caucus»?
Un caucus es una reunión pública, una asamblea de gente del mismo partido. Sólo un puñado de estados usan este sistema. Los otros celebran primarias más tradicionales, con votación en una cabina de votación, con un voto secreto.
No estamos seguros de dónde viene esa palabra. Hay varias versiones. Para algunos historiadores, «caucus» es un término de origen nativo americano; para otros, la palabra viene del griego.
– ¿Para qué se usa?
Las asambleas electorales y las primarias ayudan a decidir qué candidatos representarán a los partidos Demócrata y Republicano en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Entre los demócratas, 11 candidatos siguen en carrera. Para los republicanos, hay menos suspenso: Donald Trump, el presidente en ejercicio, será elegido, aunque otros dos pequeños candidatos se presentan contra él. Los republicanos de Iowa celebran de todos modos un caucus, pero otros estados han cancelado el suyo.
– ¿Por qué Iowa vota primero?
Es una mezcla de azar y de calendario. En 1972, el Partido Demócrata decidió adelantar la fecha de su convención nacional, en la que se nombra al candidato presidencial. Así que todos los estados se adaptaron a programar sus propias elecciones antes de esa fecha, e Iowa se encontró votando primero. Cuatro años después, los republicanos se alinearon y comenzaron sus primarias también en Iowa.
Desde que un poco conocido candidato demócrata de entonces llegó a la cima del caucus en 1976 y más tarde se convirtió en presidente – fue Jimmy Carter – la leyenda de Iowa ha nacido. Desde hace casi 45 años, todos los candidatos intentan quedarse con Iowa y se concentran allí para hacer campaña
– ¿Cómo funciona un caucus?
En un caucus, no hay cabina de votación o cuarto oscuro. Todos los partidarios del mismo partido se reúnen en el mismo lugar y a la misma hora. Se necesita un lugar lo suficientemente grande, como una escuela o un gimnasio.
En el caucus republicano, es simple: los asistentes primero escuchan los discursos de los representantes de los candidatos, luego escriben a quién elijen en un papel.
Pero con los demócratas, es un poco más complicado: ¡los partidarios votan… con los pies! Para mostrar su apoyo a un candidato, se mueven y se reúnen en diferentes rincones de la sala. Los grupos que son demasiado pequeños (menos del 15% de los presentes) se eliminan automáticamente. A continuación se lleva a cabo una negociación entre los grupos restantes (grupos «viables») y los indecisos o aquellos cuyo candidato fue eliminado en la primera ronda. El objetivo es convencerlos de que se unan a uno u otro de los campos. Esto puede ser muy corto o largo, dependiendo del tamaño de la circunscripción.
Finalmente, se cuenta el número de personas de cada grupo, y cada candidato recibe un número proporcional de delegados de la circunscripción. Estos repetirán el mismo proceso en niveles más altos (condado, luego estado). Este verano boreal, los dos partidos se reunirán en una convención nacional para investir al candidato con más delegados, es decir, con más apoyo en todos los estados.
Como novedad este año en Iowa, también se anunciarán los resultados de la primera ronda, lo que dará una mejor idea del peso de cada candidato. «Algunos candidatos pueden cantar victoria en la primera ronda, mientras que otros pueden hacerlo en la tercera. Será más transparente, pero también puede ser más confuso en cuanto a las lecciones a sacar», dijo Corentin Sellin, profesor asociado de historia y académico estadounidense. Otro cambio de reglas este año es que los partidarios que eligieron un lado «viable» en la primera ronda no podrán cambiar de lado en la segunda. Los partidarios demócratas inscritos para votar en Iowa también podrán hacerlo en otros lugares de los Estados Unidos, en «grupos satélites» en todo el país.
– ¿El candidato que lidera en Iowa tiene que ser nominado por el partido?
No. Pero tradicionalmente, es un buen indicador de quién será. El significado simbólico es fuerte: el candidato que gana Iowa obtiene nuevos fondos y atención de los medios. Estos resultados iniciales también permiten a los otros candidatos ajustar sus discursos para el resto de la campaña. Iowa permite así una primera selección de candidatos que pueden esperar ser designados por su partido.